Los abogados del exmandatario anunciaron que presentarán el recurso ante el máximo tribunal por el caso de las escuchas telefónicas y los cargos de corrupción y tráfico de influencias.
La Corte de Apelaciones de París optó por continuar con la sentencia dictada en el juicio de primera instancia, que tuvo lugar en marzo de 2021.
Los magistrados suspendieron dos años de la sentencia, y Sarkozy debería usar un brazalete electrónico en el tobillo en lugar de ser enviado a la cárcel por el año restante de su condena.
La decisión de la corte también impide que el expresidente se postule a un cargo político durante los próximos tres años.
Sarkozy, quien fue presidente de Francia de 2007 a 2012, siempre se ha declarado inocente en el escándalo de las escuchas telefónicas.
"Soy un expresidente de la República -dijo Sarkozy en la corte en el juicio de primera instancia-, nunca he corrompido a nadie y entonces habría que agregar que sería una corrupción muy extraña, sin dinero, ni un centavo para nadie, sin ventajas, nadie las ha tenido, y sin bajas, ya que no hay heridos".
El expresidente de 68 años debe apelar la condena ante el máximo tribunal del país, según sus abogados.
El proceso contra Sarkozy comenzó con investigaciones sobre el presunto financiamiento libio de su campaña en 2007. Seis años después, los magistrados incautaron un teléfono celular del expresidente y descubrieron que usó una línea secreta con el nombre "Paul Bismuth" para comunicarse con su abogado, Thierry Herzog.
La acusación dice que el exjefe de Estado, a través de Herzog, habría prometido al entonces fiscal de la Corte de Casación, Gilbert Azibert, un cargo en el Principado de Mónaco.
A cambio, Azibert supuestamente pasó información confidencial sobre una investigación sobre supuestas donaciones ilegales de la empresaria Liliane Bettencourt (1922-2017) a una campaña electoral de Sarkozy.
Sarkozy, que sufrió una condena sin precedentes para un expresidente francés, también fue condenado en primera instancia a 3 años, pero todos con libertad condicional. Si se confirma la sentencia pronunciada en apelación, Sarkozy cumplirá el año de prisión con el brazalete electrónico.
El exmandatario de 68 años siempre se ha declarado inocente en este escándalo en el que fue acusado y condenado por corrupción y tráfico de influencias.
Ningún presidente de la República Francesa había recibido nunca una sentencia tan dura.
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