El exlíder derechista dijo que desconocía el esquema y admitió que todos sus asuntos personales eran responsabilidad de su ayudante, quien supuestamente manipuló su certificación y la de su hija de 12 años para permitirles ingresar a los Estados Unidos, el 30 de diciembre.
Sin embargo, Bolsonaro defendió a Cid Barbosa, calificándolo de militar "disciplinado" y absolviéndolo de las acusaciones de haber manipulado las falsificaciones en el sistema de registro de vacunas del Ministerio de Salud.
Al término del testimonio de anoche, Bolsonaro y sus abogados abandonaron la sede de la policía federal, en el centro de Brasilia, sin hablar con la prensa.
El de ayer fue el tercer interrogatorio para Bolsonaro, después de haber declarado también sobre los hechos del 8 de enero y sobre el caso de las joyas donadas por Arabia Saudita.
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