La misión de la premier italiana, Giorgia Meloni, en el Reino Unido, fue definida como un "gran éxito", a raíz de la firma del memorando sobre migrantes entre Roma y Londres, que buscaban los dos gobiernos pero que nunca había concluido, y de la "excelente afinidad" en las horas en la que la política estuvo reunida con el primer ministro Rishi Sunak.
Sin embargo, el primer día de la visita a Londres de Meloni se vio empañado por el hecho de que el gobierno italiano sufrió este jueves una importante derrota en el Parlamento, cuando la Cámara de Diputados no aprobó una moción de situación para autorizar el aumento del déficit público.
La resolución pedía la autorización parlamentaria de un déficit extra de 3.400 millones de euros en 2023 para impulsar el poder adquisitivo de los trabajadores y de 4.500 millones en 2024 para reducir la presión fiscal.
La premier, cuando regresó al hotel, lo definió como un contratiempo, y habló con el subsecretario Alfredo Mantovano y el ministro Giancarlo Giorgetti.
También, según trascendió, mandó un mensaje en el chat interno de su partido, Hermanos de Italia. "No tengo palabras", dijo.
"Necesitamos cerrar filas, cada uno debe ser llamado por su responsabilidad", declaró después a periodistas, ante quienes remarcó también la importancia del memorando sobre migrantes, "un resultado enorme", definió.
A los mercados, prosiguió con orgullo Meloni, se le responde "con hechos", y los hechos en este momento dicen que "nuestros fundamentos son mejores que los de las naciones consideradas más sólidas que las nuestras".
Un mensaje a Bruselas, que está instando a Roma a ratificar el Meccanismo europeo di stabilità (MES).
"No he cambiado de opinión, es una letra escarlata", dijo, y consideró que el razonamiento hay que verlo en el conjunto de las discusiones de la UE.
Y una reforma del Pacto es sí "un paso adelante", pero se sigue sin tener en cuenta la propuesta "escuchada" de Italia, que es "separar los gastos estratégicos de la relación déficit-PIB".
De otra manera, para la premier hay "incoherencia: si nos hemos dado prioridades, transición verde, digital, apoyo a Ucrania, debemos apoyar a las naciones que invierten en esas prioridades".
Pero la misión al extranjero, tan crucial, se vio empañada por problemas políticos internos. "Son percances que vi muchas veces", aseveró la premier, tratando de relativizar el incidente.
Después, volvió a los puntos fuertes de la visita, como el Memorando sobre migrantes, que supone "15 páginas de compromisos muy claros, decisivos", destacó.
La reunión bilateral "duró una hora y media, hay una afinidad excelente entre nosotros, un deseo de trabajar juntos en muchos frentes", y hablamos de todo, incluso de la compra de aceite de trufa que hace la esposa de Sunak.
"Hay mucha Italia en el mundo, hemos visto los mosaicos debajo del trono" donde será coronado Carlos, "que son italianos".
Meloni también compartió la línea sobre los inmigrantes con el primer ministro británico, incluida la idea de enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda en espera de los controles.
"Tenemos que aceptar el hecho de que no podemos dar la bienvenida a todos los que llegan ilegalmente y así tenemos que buscar soluciones".
Por ese motivo, hubo protestas frente a la puerta de Downing Street.
De hecho, una veintena de activistas gritaron "Meloni fascista" y "Meloni fuera, refugiados adentro".
Al respecto, la premier bromeó que que hacía mucho tiempo que no le pasaba que protestaran en su contra y eso la estaba "preocupando".
También habló con el premier británico sobre esa situación, a lo que Sunak, según dijo, le respondió: "aquí siempre hay alguien que protesta".
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