Según los informes, los sospechosos fueron golpeados con neumáticos empapados de gasolina antes de prenderles fuego y luego matarlos en Port-au-Prince.
La policía dice que les incautó armas poco antes del incidente, pero no explicó cómo la multitud atrapó a los sospechosos.
Haití ha caído en una creciente anarquía desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021. Las Naciones Unidas dijeron en un informe publicado ayer que la inseguridad en la capital ha alcanzado niveles similares a los de los países en guerra.
Las pandillas armadas continúan luchando entre sí para expandir su control territorial y los enfrentamientos con la policía y las pandillas rivales se han "vuelto más violentos y más frecuentes", lo que ha provocado muchas víctimas civiles, 18 mujeres y dos niños solo entre el 14 y el 19 de abril, según el informe. Muchas escuelas y centros de salud se han visto obligados a cerrar y la violencia también ha comprometido el acceso a muchos bienes y servicios.
"El pueblo de Haití sigue sufriendo una de las peores crisis de derechos humanos en décadas y una gran emergencia humanitaria", se lee en el informe.
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