(ANSA) - WASHINGTON, 25 APR - Nueve años después de haber
sido arrestada por distribuir volantes contra los pesticidas
frente a un supermercado de California, la hispana Julie Chavez
Rodriguez, de 44 años, estará a cargo de la campaña de Joe Biden
para la reelección.
Hija de dos históricos sindicalistas y nieta del fundador
del más importante movimiento por los derechos humanos de los
campesinos, César Chávez, nació en Central Valley -donde se
encuentran la mayor parte de las empresas agrícolas de
California- y dio sus primeros pasos trabajando en la United
Farm Workers del abuelo nacido en Arizona pero de origen
mexicano.
Un personaje fundamental en la historia del sindicato que,
luego de una huelga de hambre en 1972, acuño el eslogan "Sí se
puede", convertido luego en el icónico "Yes we can" de Barack
Obama. Cuando era senador, el expresidente propuso dedicar a
Chávez una fiesta nacional y Biden en el Estudio Oval hizo
colocar un busto de bronce del sindicalista.
De las luchas por los derechos de los campesinos partió
Julie que, luego de obtener un diploma en la prestigiosa
Universidad Berkeley, comenzó a trabajar justamente para el
hombre que su abuelo inspiró, Obama, convirtiéndose en asistente
personal.
A fines de 2016 pasó a encabezar la campaña de Kamala Harris
para el Senado y en 2020 fue manager de aquella nacional y jefa
del staff de la futura vicepresidenta, con la que tiene una
estrecha relación de trabajo y personal.
Una elección no casual en el caso en el que Biden por
motivos de edad una vez reelecto deba ceder la batuta a su
número dos.
En la Casa Blanca, en su rol de consejera del presidente y
responsable de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales, se
volvió la latina de más alto grado. No será, en cambio, la
primera manager mujer en la guía de una campaña presidencial: el
techo de cristal fue roto por Kellyanne Conway, con Donald
Trump, en 2016.
Como vice de Chávez, Biden eligió a Quentin Fulks, un
estratega demócrata que comandó la campaña del senador Raphael
Warnock, reelegido en Georgia para un segundo mandato.
"Julie y Quentin son dos personas fiables que conocen lo que
está en juego en estas elecciones, y pondrán su conocimiento y
energía en la gestión de una campaña que englobe a todos los
estadounidenses", declaró el presidente.
En Washington hay quien considera que el de Chávez es un
nombramiento solo simbólico, tendiente a recuperar el voto
latino desde hace años desamorado del Partido Demócrata.
Los que tendrán, en verdad, las riendas de la campaña de
Biden serán, según los analistas, Anita Dunn y Mike Donilon, el
corazón y la cabeza del círculo íntimo del mandatario.
Con ellos también el marido de Dunn, Bob Bauer, abogado
personal del comandante en jefe, la primera persona que llamó
cuando estalló el escándalo de las cartas secretas.
Pero después de haber ganado la competencia con las otras
dos en "pole position" para el nombramiento -la manager de la
campaña 2020, Jen O'Malley Dillon, y la hermana de Biden,
Valerie- es para apostar que Julie no se hará a un lado tan
fácilmente. (ANSA).
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