El ex ministro de Relaciones Exteriores y ex vicepremier de Italia Luigi Di Maio fue formalmente elegido como enviado especial de la Unión Europea para el Golfo Pérsico.
    "El candidato más adecuado", aquel con el mejor "perfil político internacional" para representar a Europa en el Golfo Pérsico, fueron las razones por las que Di Maio fue elegido, dijo el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
    Según el funcionario, Di Maio fue elegido como emisario de Bruselas en una región muy delicada por la maraña de intereses económicos, energéticos y comerciales del Viejo Mundo. Una elección que llegó tras una "cuidadosa" evaluación que duró casi un año. Pero eso desató de inmediato la ira de la mayoría gubernamental, con la Liga en las barricadas, en total disconformidad con la designación de Borrell.
    El ex titular de la Farnesina "fue indicado por (el expremier Mario) Draghi y no es el candidato del gobierno italiano", fue el gélido comentario del viceprimer ministro Antonio Tajani para resumir el sentir compartido también por el partido de los Hermanos de Italia.
    Sin embargo, sin ninguna posibilidad de que Roma vete el nombramiento que ahora solo necesita ser ratificado por una mayoría calificada de los Estados miembros.
    Circuló con creciente insistencia ya desde fines del año pasado, la hipótesis de Di Maio como representante especial de la UE para los socios del Golfo (es decir, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar, Bahrein, Kuwait, Irak e Irán), luego se hizo realidad en un carta enviada el viernes por el Alto Representante a los embajadores del Comité Político y de Seguridad.
    Un comunicado de unas decenas de líneas para certificar que el exponente italiano "tiene el perfil político necesario a nivel internacional" para asumir el cargo. Eso le concedió el éxito sobre sus tres rivales: el excomisario europeo Dimitris Avramopoulos, el exministro de Asuntos Exteriores chipriota Markos Kiprianou y el exenviado de la ONU a Libia, el eslovaco Jan Kubis.
    Lo que marcó la diferencia, para Borrell, fueron sobre todo "sus amplios contactos con los países del Golfo", que ahora "le permitirán relacionarse con los actores relevantes" de la región "al nivel adecuado". Un juicio desprovisto de connotaciones políticas -como exige siempre el papel super partes de la UE- pero lejos, en la visión de la mayoría, por el reflejo del resultado de las urnas de septiembre pasado.
    El nombre de Luigi Di Maio "no pertenece al gobierno de (Georgia) Meloni" es repetido por fuentes gubernamentales, que expresan el "malestar" por una elección considerada "legítima" en todo caso.
    Una elección que, sin embargo, para los representantes de la Liga en Roma y en la Eurocámara es "vergonzosa", "un insulto a los italianos", sobre todo después de "todo el daño causado por Di Maio en las relaciones con el mundo árabe". Palabras que se refieren en particular al cese del envío de armas a Abu Dhabi decidido por el gobierno Conte II que desató la irritación de los emires.
    Pero no todo el mundo piensa así en Roma. Pierferdinando Casini, Gianfranco Fini y Ettore Rosato de Azione-IV, de hecho, acogieron el nombramiento como "buenas noticias para el sistema del país", deseando que el exjefe de la Farnesina "esté a la altura" del cargo.
    La propuesta de designar un representante de la UE para ser enviado al Golfo por primera vez había sido anunciada en febrero de 2022 por Borrell y la candidatura del ex exponente de los M5s había aterrizado a finales del pasado verano, cuando el Gobierno de Mario Draghi vivía su crisis. Fuentes cercanas al dossier observan cómo, al aceptar la candidatura del exlíder del M5s, también pudo haber contado su posición sobre la guerra en Ucrania: Di Maio fue de los primeros en ponerse firmemente del lado de Kiev en una Europa que, en las primeras semanas del conflicto, aún no estaba muy unida en su apoyo a Volodymyr Zelensky.
    Di Maio parecía haber superado la selección técnica pero el proceso fue muy lento, incluso para el Qatagate. Ahora que la indicación fue puesta sobre blanco y solo habrá que refrendarla por mayoría cualificada, las jugadas están casi hechas. Una protesta formal de Roma no podría cambiar el destino de la cita sobre la que, sin embargo, Italia deberá expresarse.
    La ratificación de los embajadores podría llegar en las próximas semanas y, con luz verde el 27, desde el 1 de junio de 2023 y al menos hasta el 28 de febrero de 2025, Di Maio será el nuevo enviado de la UE en el Golfo.
   

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