El régimen de los ayatolás no da tregua a Golrokh Ebrahimi Iraee, una escritora y activista de 40 años que ha sido regularmente encarcelada y amenazada en las cárceles de la República Islámica durante los últimos diez años debido a su actividad intelectual y sus posiciones políticas.
La nueva sentencia, por "reunión y colusión contra la seguridad nacional" y "propaganda contra el sistema", se refiere a los mensajes publicados por Iraee en las redes sociales a fines de septiembre en apoyo a las protestas por la muerte de Mahsa Amini, la joven que murió en manos de la policía moral, que la había detenido por usar el velo en forma incorrecta.
La sentencia, que la escritora podrá apelar, se produce cuando ya llevaba casi siete meses en prisión, tras ser apresada a la fuerza por agentes de seguridad que irrumpieron en su casa de Teherán el 26 de septiembre, derribaron la puerta y la golpearon.
La persecución de Iraee comenzó en 2014, cuando fue arrestada por primera vez y sentenciada a seis años por "insultar la santidad islámica" debido a una historia que escribió, pero nunca publicó porque no había obtenido autorización.
El texto, encontrado por las fuerzas de seguridad durante un registro en la casa de la escritora, desafía la práctica de castigo islámica de la lapidación al hablar de una niña que quema el Corán después de ver una película inspirada en la historia real de una mujer lapidada hasta la muerte en Irán.
Desde entonces, Iraee ha sido encarcelado en varias otras ocasiones y salió de prisión en mayo del año pasado antes de regresar a prisión en septiembre después de cumplir unos 12 meses de prisión por "propaganda contra el sistema".
La condena de la escritora se produce cuando la República Islámica está endureciendo los controles sobre la obligación de las mujeres de llevar el velo, un tema que ya está en el centro de las disputas que han estallado tras la muerte de Mahsa.
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