(ANSA) - PARIS, 17 APR - El presidente francés, Emmanuel
Macron, dijo hoy haber sentido "la rabia" de muchos de sus
compatriotas ante la reforma de pensiones que impulsó su
gobierno, pero advirtió que se trata de una modificación
necesaria, que entrará en vigor gradualmente a partir del otoño
boreal.
"La reforma era necesaria, ¿pero era aceptada? Claramente,
no. Pese a meses de concertación, no se pudo hallar un consenso.
Y lo lamento, pero debemos extraer las enseñanzas de esto", dijo
Macron en un discurso que pronunció a la nación.
"Sentí la rabia de los franceses. Sentí en las
manifestaciones una oposición a la reforma, afirmó el
presidente, pero también una voluntad de redescubrir el sentido
del trabajo, de mejorar sus condiciones, de tener carreras que
permitan progresar en la vida".
Macron pasó luego a las que, según él, eran las "razones" de
la "ira" de los manifestantes: "la ira por un trabajo que, para
demasiados franceses, ya no permite una buena vida, frente a la
subida de los precios, el depósito de gasolina lleno, la compra
en el almacén".
"La rabia porque algunos tienen la sensación de que están
haciendo su parte, pero sin que su esfuerzo sea recompensado, ni
en ayudas públicas, ni en servicios públicos eficaces", añadió.
"Es toda esta rabia que muchos franceses han expresado
manifestándose, y -en su inmensa mayoría- en la calma y el
respeto a las instituciones. Nadie, y menos yo, puede permanecer
sordo a esta demanda de justicia social y de renovación de
nuestra vida democrática".
La reforma de las pensiones "era necesaria para garantizar
la pensión de todos y producir más riqueza para nuestra nación",
agregó.
"Mientras aumenta el número de pensionistas -dijo Macron- y
se alarga nuestra esperanza de vida, la respuesta no podría
haber sido bajar las pensiones o aumentar las cotizaciones de
quienes trabajan".
"Los cambios previstos por esta ley de pensiones entrarán en
vigor gradualmente a partir de otoño", detalló el mandatario.
(ANSA).
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