Italia pasa a la línea dura contra los migrantes. Y la mayoría se une para hacer borrón y cuenta nueva sobre la protección especial que hoy se brinda a los solicitantes de asilo.
Hermanos de Italia (FdI, el partido de la premier Giorgia Meloni) y Fuerza Italia (el de Silvio Berlusconi) se rinden efectivamente ante la Liga (el tercer integrante de la coalición gobernante) y su cruzada para abolirla por completo. Los tres aliados firman una sub-enmienda al decreto migratorio que se discute en el Senado.
Y es allí donde se concentran las maniobras para cerrar la protección especial y restringir al máximo los permisos de residencia por catástrofes y tratamientos médicos. También será más fácil usar la herramienta de prohibición.
No en vano, es la Liga la que da el paso adelante en materia de protección especial al grito de "regreso a los decretos de Matteo Salvini", tal y como se resume en una nota.
Después de todo, en la mañana fue la Liga Norte y el subsecretario del Interior, Nicola Molteni, quien anunció la cancelación de la protección especial precisamente en el decreto. En la tarde, vencido el plazo para presentar las sub-enmiendas al Senado, llegó la confirmación.
Negro sobre blanco. Por ejemplo, la mayoría solicita que los permisos otorgados a extranjeros por desastres y para tratamiento dejen de ser convertibles en permisos de residencia laboral. Además de los otorgados bajo protección especial.
Irónicamente, ese permiso especial fue introducido en 2018 por Salvini (entonces Ministro del Interior), pero concebido solo para muy pocas situaciones humanitarias. Hasta que fue prorrogado, en cuanto a modalidades, por Luciana Lamorgese quien asumió en el ministerio del Interior.
"Se había convertido en una amnistía, un tirón de la inmigración - denuncian fuentes de la Liga- La protección especial creaba hacinamiento en juzgados y comisarías y no producía integración".
Incluso los "melonianos" (adeptos a Meloni) repiten que se trató de una anomalía italiana, pero parecen abandonar la cautela mostrada hasta ahora, junto con los partidarios de la fuerza, en línea con los llamados a la prudencia expresados ;;por la Presidencia, tras la tragedia de los migrantes fallecidos en las aguas de Cutro.
Ahora, con un giro repentino, FdI abraza la batalla de la Liga Norte y, de hecho, se jacta de la unidad de la coalición: "La mayoría de centroderecha está unida para lograr el objetivo de cancelar la llamada protección especial, estandarizando la disciplina al resto de Europa".
Un apretón -anticipado días atrás por el estado de alarma migratoria instaurado en ámbitos del Gobierno- que no pasó desapercibido fuera de Italia. El llamamiento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, al Gobierno de Meloni da cuenta de eso y llama a "abandonar la nueva y estricta ley adoptada a principios de año que limita las operaciones de búsqueda y rescate de civiles y a abstenerse de criminalizar a aquellos involucrados en la prestación de asistencia para salvar vidas".
Además de recordar que "cualquier nueva política en el contexto del estado de emergencia debe cumplir con las obligaciones de Italia en materia de derechos humanos".
Una sola respuesta gélida proviene del líder del grupo de la FdI en la Cámara, Tommaso Foti: "Ocúpense de otra cosa". Más suave se muestra el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, que por un lado admite que "no hay alarma de inmigración en Italia", pero por otro tacha el estado de emergencia como un tecnicismo: "Otro no es una fórmula técnica ", vinculada a la gestión de los migrantes en los lugares de desembarco, responde enfático el presidente de los obispos, Matteo Zuppi.
El siguiente paso, para el cerco a los migrantes, es la votación de la comisión de Asuntos Constitucionales donde se reanudará el examen del decreto el lunes a las 12 del mediodía.
Pero, dado el obstruccionismo anunciado por la oposición, y los cientos de sub-enmiendas presentadas, es muy probable que la disposición pase en la Cámara de Diputados sin mandato. El debate allí, en el hemiciclo, debería comenzar el martes.
Severa advertencia desde Naciones Unidas
Las Naciones Unidas (ONU) pidieron a Italia abandonar las "duras medidas contra migrantes".
"Cualquier nueva política bajo el estado de emergencia debe cumplir con las obligaciones de derechos humanos de Italia", es el llamamiento lanzado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, según el cual "no se puede renunciar al derecho a la vida y a la prohibición de devolución, ni siquiera en tales circunstancias".
Turk, según el sitio web de la ONU, "instó al gobierno italiano a abandonar la nueva y estricta ley adoptada a principios de este año que limita las operaciones de búsqueda y rescate de civiles y a abstenerse de criminalizar a los involucrados en la prestación de asistencia para salvar vidas".
"Estamos presenciando un fuerte aumento en el número de personas desesperadas que arriesgan sus vidas"tratando de cruzar el Mediterráneo, añadió.
"No podemos darnos el lujo de posponer las cosas y empantanarnos en un nuevo debate sobre la rendición de cuentas.
Hay vidas en juego", afirmó Turk.
"La experiencia nos ha demostrado que tomar una línea más dura para frenar la migración irregular no evitará las salidas, sino que provocará más sufrimiento humano y más muertes en el mar", continuó el Alto Comisionado.
Señaló que "es más prudente que los países ofrezcan rutas migratorias seguras y regulares para evitar muertes innecesarias".
Italia informa que alrededor de 31.300 inmigrantes han llegado al país este año, en comparación con alrededor de 7.900 en el mismo período del año pasado.
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