(ANSA) - OTTAWA, 09 MAR - Crece la presión sobre el premier
canadiense, Justin Trudeau, para que exponga de qué modo y con
cuánta energía su gobierno respondió a la amenaza de
interferencias chinas en las elecciones en Canadá.
En una agitada sesión del Parlamento, el míercoles se
levantaron acusaciones contra el gobierno por no haber tomado
medidas para combatir los esfuerzos de injerencia de Pekín para
minar las elecciones canadienses, argumento que, escribe
Guardian, continua dominando la política del país.
A comienzos de esta semana Global News, que cita un informe
de inteligencia, escribió que "una gruesa transferencia
clandestina de fondos" fue dirigida por el consulado chino en
Toronto a un miembro del staff de un legislador de Ontario para
ayudar a un candidato en las elecciones federales de 2019.
Textos precedentes sugirieron que el gobierno de Pekín habría
enviado dinero a al menos 11 candidatos.
El miércoles Trudeau respondió que su gobierno no tiene
"información alguna sobre eventuales candidatos federales que
hayan recibidio dinero de China". Empero, esta evaluación,
escribe Guardian, choca con una serie de dosieres de
inteligencia filtrados que sugieren que China intentó
entrometerse en las últimas dos elecciones y que funcionarios de
alto nivel cercanos al primer ministro estaban al corriente.
(ANSA).
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