"El odio y el extremismo no prevalecerán, mi administración no se quedará callada": dijo Joe Biden al hablar en el puente de Selma, Alabama, con motivo del 58 aniversario del 'Domingo Sangriento', la marcha por los derechos humanos de los civiles afroamericanos reprimida sangrientamente por la policía.
    El presidente recordó el brutal ataque de los agentes con porras, gases lacrimógenos y perros y advirtió que "la verdad no la podemos borrar". Luego recordó lo que había hecho por la comunidad afroamericana y advirtió que, tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, "debemos permanecer vigilantes".
    La marcha de Selma, dijo Biden, fue una batalla por el alma de Estados Unidos, un sacrificio que defendió y fortaleció la democracia en el país. "Sigamos marchando", concluyó.
   

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