(ANSA) - KIEV, 21 FEB - La primera ministra italiana, Giorgia
Meloni, aseguró hoy a los ucranianos que Italia "luchará por su
libertad" en su visita a las ciudades ucranianas de Bucha e
Irpín, los suburbios de la capital, Kiev, donde los rusos
mataron a cientos de civiles.
La premier quiso ver con sus propios ojos lo que sucede en
esas localidades hoy, con abrigo quizás un poco demasiado ligero
para el frío y la lluvia ligera.
Meloni se bajó del tren a las once de la mañana, con un par
de horas de atraso en la hoja de ruta que la llevó a hacer
paradas obligadas primero para "ver" lo que queda de los
horrores de Bucha, que ya ha comenzado su reconstrucción, y
luego los efectos del bombardeo de Irpin.
En el comienzo de la guerra, el presidente ruso, Vladimir
Putin, pensó que "duraría unos días", pero subestimó "la
resistencia del pueblo ucraniano", dijo Meloni en uno de los
momentos públicos de una visita rápida que llega al día
siguiente de la abrazo histórico entre Joe Biden y Volodimir
Zelensky.
La premier llegó tarde a Kiev precisamente por el cruce con
el convoy estadounidense: en el aeropuerto de Rzeszow, la
delegación italiana esperó más de una hora para el despegue:
primero el presidente de Estados Unidos, de regreso de Kiev,
debió partir hacia Varsovia.
Meloni se dirigió hacia la capital ucraniana en un tren a la
una de la mañana, en un viaje sin problemas pero largo, y,
además, incluyó dos paradas para el control de pasaportes, en la
frontera y en Lviv.
Luego, a través del campo ucraniano, se veían algunas gotas
de nieve de las ventanas, y un cielo gris que le dio la
bienvenida a Kiev.
"Me siento honrada, era necesario estar aquí", fueron las
primeras palabras de la premier a la pequeña multitud de cámaras
que la esperaban, incluidos los muchos trabajadores de prensa
que estuvieron yendo y viniendo de Ucrania desde el comienzo del
conflicto para contar los devastadores efectos de la invasión
rusa.
La premier escuchó historias contadas por el alcalde de
Bucha, mientras caminaba sobre el barro que cubrió, hace un año,
las 419 víctimas halladas en las fosas comunes de la localidad
de las afueras de la capital.
Ella preguntó si eran "muy jóvenes" y también preguntó, casi
incrédula, ajustándose el abrigo, si la ciudad "había resistido
de una manera inesperada".
También sostuvo en sus manos la medalla de balas usadas que
le obsequiaron las autoridades locales.
"Ciudad no conquistada", leyó en voz alta en el reverso,
luego de haber depositado una corona de flores en la fosa común
y antes de una pequeña exposición fotográfica con imágenes de
las masacres.
Conmovida por el testimonio vivo del horror, la primera
ministra pidió que se traduzca un mensaje a sus interlocutores
ucranianos: "No están solos".
El mismo que llevó a Irpin, donde hizo un paso rápido para
entregar dos generadores, parte de la ayuda civil que Italia
envía desde el inicio de la guerra.
"Es diferente hablar de números o ver la vida de la gente
destrozada sin razón. Hemos visto flores: es diferente, vale la
pena verlo".
Y al firmar la bandera del arrabal de la capital, Meloni
escribió: "¡A su lado!". (ANSA).
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