"Hay pueblos enteros arrasados, decenas de casas y edificios destruidos, miles de personas en las calles". Este es el escenario con el que han encontrado los hombres del Cuerpo de Bomberos y de la Protección Civil italiano en Turquía.
El contingente de bomberos enviado desde Italia aterrizó este martes en la base de Incirlik, al este de Adana, Turquía, enviado con el objetivo de ayudar en el rescate de víctimas entre los escombros y de aliviar a las cientos de personas afectadas por el terremoto del lunes.
Transportado con un avión Air Force C130, el contingente partió el lunes por la tarde desde Pisa con escala en Pratica di Mare. El grupo está formado por 60 bomberos de los equipos Usar de Toscana y Lacio.
Así lo anunció el sindicato de enfermeras Nursing Up, especificando que a bordo del Air Force C-130 había, además de 60 bomberos del equipo USAR de Toscana y Lazio, 11 trabajadores de la salud, incluidas 7 enfermeras de Pisa, Livorno y Veneto.
Los expertos se trasladaron rápidamente a Antioquía, al sur del país a unos 100 kilómetros de la frontera con Siria.
Por el momento, los italianos se encuentran en una base de las fuerzas armadas turcas y aún no se les ha asignado un área para operaciones de búsqueda y rescate.
"Ahora mismo estamos descargando el material y preparando el campo base", explicaron. "Luego cumpliremos las indicaciones de las autoridades turcas".
Pero ¿cuál es la situación? "Hemos atravesado pueblos enteros arrasados", dijeron. "Belén está completamente destruido y se está produciendo un gran incendio en el puerto de Alessandretta".
Precisaron que hay miles de personas en las calles y grandes grupos en las carpas de los centros de distribución de alimentos.
Se estima que en las próximas horas, los equipos italianos iniciarán "las operaciones de rescate".
"Si el Véneto, la Toscana y el Lacio están a la vanguardia, estamos seguros de que otras regiones también actuarán, a partir de ahora, con sus trabajadores de la salud, para no dejar solo al pueblo turco y sirio", precisó Nursing Up.
"Estos son momentos dramáticos para la población turca y para la población siria, las víctimas de un terremoto de proporciones colosales aumentan cada hora, lo que sacude nuestras almas italianas hasta la médula, pero sobre todo trae a la memoria las mismas tragedias que hemos vivido, de norte a sur, y que forman parte de nuestra atormentada historia", dijo Antonio De Palma, presidente de Nursing Up.
En momentos como estos, señala De Palma, "el papel de los rescatistas internacionales resulta aún más decisivo: su pericia, su especialización, son fundamentales para cortar el rastro de víctimas que parecen no querer detenerse".
El terremoto que el lunes sacudió el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, causó hasta el momento alrededor de 4.800 muertos, aunque se estima que todavía es difícil establecer con exactitud la cifra total y la cantidad de heridos, con centenares de personas todavía desaparecidas.
Los organismos de rescate se encuentran en una carrera contrarreloj para rescatar el mayor número de personas que se encuentran bajo los escombros. Las réplicas están complicando las tareas de rescate.
El sismo tuvo una magnitud de 7,8 en la escala de Richter y ha sido considerado por los expertos como el más fuerte que ha ocurrido allí desde 1939.
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