Este miércoles en Bruselas, en la reunión de los embajadores de los países de la UE, Italia expresará una posición contraria a la propuesta de Regulación europea que prevé la prohibición de la fabricación y venta de autos y camionetas con motores térmicos en 2035.
Lo escribe el ministerio de Ambiente y Seguridad Energética en un comunicado.
Aun compartiendo los objetivos de descarbonización, Italia sostiene que los targets ambientales sean perseguidos mediante "una transición económicamente sostenible y socialmente equitativa", planificada y guiada con gran atención, para evitar repercusiones negativas parra el país tanto bajo el aspecto ocupacional como el productivo.
Italia considera además -esta es la posición que será expresada- que la elección de lo eléctrico no debe representar, en la fase de transición, la única vía para llegar a cero emisiones. El éxito de los autos eléctricos dependerá mucho de cómo se conviertan en accesibles a los precios competitivos.
Una racional decisión de neutralidad tecnológica frente a objetivos ambientales compartidos debe permitir a los Estados miembros valerse de todas las soluciones para descarbonizar el sector de los transportes, teniendo en cuenta las diferentes realidades nacionales, y con una más gradual planificación de los tiempos.
"La utilización de combustibles renovables, compatibles con los motores térmicos", afirma el ministro Gilberto Pichetto, "contribuirá a una reducción de las emisiones sin requerir inviables sacrificios económicos a los ciudadanos".
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