Hace dos años, muchos fans de Taylor lanzaron una campaña en línea con un gran objetivo: romper Ticketmaster. Después de que se diera a conocer la noticia de que el Departamento de Justicia demandó a la empresa matriz de Ticketmaster, Live Nation, algunos Swifties dijeron que sentían que sus esfuerzos habían valido la pena.
"Muestra el poder de unir a las personas que tienen algo en común, y puede que no sea lo que esperarías que tengan en común", dijo Stephanie Aly, escritora y organizadora digital en Nueva York.
Aly, de 34 años, es una de las Swifties que se unieron en 2022 para recopilar miles de respuestas a la encuesta de otros fanáticos que compartieron experiencias negativas similares con Ticketmaster.
Los Swifties están "por ahí haciendo que la gente vote en los premios y compre álbumes el día del lanzamiento y todo ese tipo de cosas", dijo Aly. "Entonces, ¿y si pudiéramos apuntar esa energía hacia algo que pueda marcar una mayor diferencia que solo las ventas de álbumes?".
El Departamento de Justicia presentó una demanda el jueves para ponerle un límite a Live Nation, alegando que la empresa matriz de Ticketmaster ha perjudicado a los consumidores y ha violado las leyes antimonopolio al ejercer un control desmesurado sobre la industria de los eventos en vivo.
La demanda, presentada en el Distrito Sur de Nueva York y respaldada por fiscales generales de 29 estados más Washington, D.C., alega que Live Nation se ha involucrado en prácticas que dañan a toda la industria del entretenimiento en vivo, desde artistas y fanáticos hasta lugares y nuevas empresas que buscan entrar en el negocio.
Durante años, los fans se han quejado de Ticketmaster, que efectivamente se ha convertido en la plataforma de venta de entradas predeterminada para muchos artistas. Live Nation, que se fusionó con Ticketmaster en 2010, controla aproximadamente el 70% del mercado de las entradas y lugares para eventos en vivo, aunque las empresas han cuestionado esa cifra.
Muchos artistas también han presionado por la reforma de la venta de entradas a nivel federal sin suerte. Pearl Jam trató de impulsar el tema hace 30 años cuando los miembros de la banda de rock testificaron ante el Congreso, diciendo que Ticketmaster se había negado a aceptar los bajos precios y tarifas de las entradas para los conciertos. El caso fue desestimado un año después.
Pero fueron los Swifties los que demostraron ser una fuerza poderosa para impulsar y ayudar a que más personas prestaran atención al tema.
El Comité Judicial del Senado celebró una audiencia en enero de 2023 examinando el dominio de Ticketmaster en la industria de la venta de entradas. Durante la audiencia bipartidista, que investigó si el control de tamaño de Ticketmaster ha perjudicado injustamente a los clientes, incluso los senadores no pudieron evitar hacer referencias a Swift.
Los fanáticos de Swift son "muy buenos para unirse, usando su propio tiempo y recursos para resolver problemas", dijo Jeff Harden, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Notre Dame.
"También son muy alfabetizados digitalmente", dijo Harden, quien fue coautor de un estudio publicado en marzo sobre cómo las quejas personales de Swifties contra Ticketmaster movilizaron a una multitud considerable de fanáticos desafortunados para tomar medidas políticas.
Describió a los Swifties como "algunos de los fans más intensos de cualquier artista musical o equipo deportivo o cualquier otra cosa que haya presenciado personalmente".
"Así que cuando todas esas cosas se unen, tienes un grupo muy poderoso", destacó el profesor.
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