"Cuando empezamos teníamos un sueño: cantar en estadios y lo logramos. Este es nuestro primer estadio y tenemos que agradecerles a ustedes que vinieron aquí a compartir lo que seguirá siendo un momento memorable y especial para nosotros", dijo Damiano David, vocalista de Maneskin, a los fans que se dieron cita la noche del domingo en el Nereo Rocco.
Aquella en Fvg fue la parada cero de la gira de verano de la banda que se presentará en Roma el 20 y 21 de julio y en Milán el 24 y 25 del mismo mes.
Dos horas de rock trepidante enardecieron al público que llegó al estadio de Trieste procedente de toda Europa y también del extranjero.
Muchos llegaron de Eslovenia, Croacia -en total hubo 7 mil boletos vendidos en los dos países de los 12.000 vendidos en el extranjero, pero también de Austria, Bosnia y muchas ciudades italianas.
En la fila desde las 17.30 horas (15.30 GMT), cuando se abrieron las puertas del estadio, también hubo fans de Estados Unidos, Holanda e incluso de Sudáfrica.
Entre el público, a pesar del calor, no sólo había jóvenes, sino también familias con niños y aficionados a la música rock de todas las edades. Incluso estaba sentado en las gradas el alcalde de Trieste, Roberto Dipiazza. Y desde las primeras notas de "Dont' wanna sleep", la canción que abrió el espectáculo, el entusiasmo del estadio acompañó y apoyó a la banda que apareció en el escenario con un look entre el blanco de Damiano y el negro de Thomas Raggi.
Durante las más de dos horas de concierto, Maneskin corrió, saltó, bailó, con Victoria De Angelis y Thomas bajando varias veces entre el público, dando unos solos que incendieron el estadio.
También fueron notables los momentos de complicidad entre el bajo de Victoria y la batería de Ethan Torchio.
De vuelta de los éxitos mundiales, Maneskin regaló al público de Trieste muchos hits, empezando por "Zitti e buoni", que los lanzó a la fama, y "Beggin"', una versión de la canción de Frankie Valli y las cuatro estaciones, con la que conquistaron América.
"Esta canción es para cerrarle la boca a todos los que dicen que hacemos versiones", gritó Damiano desde el escenario, antes de entonar las primeras notas. A mitad del show, las luces alumbraban a la banda, que había descendido en medio de la entrega, entre los fans, donde Damiano dio paso a la emoción cantando una versión acústica de "Torna a casa" y "Vent'anni", acompañado por miles de teléfonos móviles que iluminaban la noche triestina.
"Siempre hemos tenido un sueño -dijo-: venir a tocar entre ustedes. Hasta ahora nunca nos lo habían permitido, pero ahora lo hemos hecho realidad".
La banda cerraron la noche con una versión muy rápida de "Mamma Mia", que hizo saltar y bailar a todo el estadio, con la balada "The Loneliest" y el éxito "I wanna be your slave".
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