La Filarmónica de la Scala llenó la plaza del Duomo de Milán con su concierto de regalo en la ciudad. Más de diez mil personas, veinte mil según las estimaciones de los organizadores desbordaron ese espacio emblemático para un concierto único que, ya en su undécima edición, es una tradición consolidada.
El alcalde Giuseppe Sala lo definió como una "perla" en los saludos institucionales en los que recordó que "algo más de cultura haría del mundo un lugar mejor". Este año, por primera vez, junto a la Filarmónica de la Scala dirigida por Riccardo Chailly asistió un cantor, y qué cantor: Juan Diego Flórez, uno de los tenores más famosos y prodigioso de todo el mundo, que trajo consigo a la plaza también muchos peruanos, que acudieron a aplaudir a su compatriota, munidos con su bandera nacional, roja y blanca.
La primera parte del concierto estuvo dedicada a los cinco grandes compositores de ópera italianos, alternando páginas sinfónicas y melodías famosas. Comenzando con la sinfonía de "Cenicienta" de Rossini seguida del aria "Si ritrovarla io giuro" y luego "Lucia di Lammermoor" di Gaetano Donizetti, cantada magistralmente. También estuvo el turno de Verdi con "La Traviata", entro otros clásicos líricos, que incluyó a Puccini con "Che gelida manina".
El concierto, realizado con el apoyo del patrocinador principal Unicredit, de Allianz y Esselunga, también fue transmitido en directo en RAI5.
La Filarmónica quiere "llegar a todos con la música", dijo Chailly en los últimos días. Y acaso por eso esta noche en Milán no solo impactó con las páginas grandes del melodrama italiano sino también con toda una sorpresa final. El tema del amor de la banda sonora de Superman de John William. "Gracias Milán", cerró Florez, que tomó entonces la guitarra y cantó "Cielito lindo", la canción tradicional mexicana compuesta en 1882.
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