(ANSA) - ROMA 23 MAY - Un extraordinario Salvador Dalí,
interpretado por Ben Kingsley en el film "Dalíland", de Mary
Harron, da cuenta de su vínculo absoluto con su mujer, Gala,
entre amor, arte, obsesión, violencia emotiva, dependencia,
miedo y la continua falta de dinero.
Gala "es mi oxígeno, con su sangre he creado mi arte", es
una de las frases con que el Dalí de Kingsley retrata esa
relación simbiótica.
La película, presentada en el Festival Internacional de Cine
de Toronto, luego en el Festival de Cine de Turín y ahora en los
cines italianos a partir del 25 de mayo, es distribuida por
Plaion Pictures.
Es un viaje al mundo colorido, salvaje, loco y, a menudo,
opresivo de uno de los primeros verdaderos artistas de los
medios de comunicación de la década de 1900, Salvador Dalí,
contado aquí en su período de mayor éxito y el comienzo de su
decadencia, entre mediados de los años 70, en Nueva York y
principios de los 80 en Cadaqués, en España.
En el elenco, además de Barbara Sokowa como Gala, están
Christopher Briney, Ezra Miller como el joven Dalí, Rupert
Graves y la actriz transgénero Andreja Pejic como una de las
principales musas del artista, Amanda Lear.
"Pude crear mi Dalí, mi retrato y eso me salvó de quedar
cautivado y atascado ante la perspectiva de tener que
representar todos sus gestos físicos y vocales", explicó Ben
Kingsley sobre el personaje.
"Nunca me convertí en él, hay una separación, una distancia
que es emocionante y aterradora. Algo así como un acróbata que
se balancea de un lado a otro en un trapecio, luego se sumerge,
gira en el aire y toma otro trapecio", explicó.
Para narrar a Dalí y el universo que giraba en torno a él,
la cineasta(que dirigió, entre otras, "American Psycho" e "I
Shot Andy Warhol") se unió como guionista a su marido, el
también cineasta John C. Walsh, en una historia que comienza en
1974 en Nueva York con un personaje ficticio, el veinteañero
amante del arte James (Briney), un joven empleado de la galería
de arte donde se prepara la nueva exposición de Dalí.
El joven, como repartidor para entregar el enésimo adelanto
a la mujer del artista, entra en contacto con la loca realidad
del autor de obras como "La desintegración de la persistencia de
la memoria".
Días en los que la necesidad de crear y la crisis de
inspiración de Dalí se combinaban con una algarabía de musas,
como Amanda Lear, fiestas, drogas, amigos inesperados como Alice
Cooper (Mark McKenna), aventuras sexuales (para las que Dalí se
guardaba el papel de voyeur) y los jóvenes amantes de Gala a
quienes colmó de dinero, como el nuevo amor Jeff Fenholt
(Zachary Nachbar-Seckel), que entonces interpretaba a Jesucristo
Superstar en Broadway.
Un delirio de pareja, el de Dalí y Gala, que también se ve
en flashbacks en su primer encuentro y enamoramiento, en 1929 en
Cadaqués, cuando la mujer era la esposa del poeta Paul Eluard,
que acababa de salir de un "menage a trois" con Max Ernst.
(ANSA).
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