(ANSA) - NUEVA YORK 22 MAY - La superestrella de Hollywood
Angelina Jolie, que ya está en primera fila de mil causas
humanitarias, incluidas las de refugiados, violaciones en zonas
de guerra y adopciones internacionales, abrazó una nueva, la de
la moda sostenible.
La causa está en línea con los objetivos de desarrollo de
las Naciones Unidas para cambiar la forma en que las personas
piensan sobre la forma en que se visten.
La nueva línea, que se estrenará en otoño (boreal), se
llamará Atelier Jolie y la diva lo anunció en una publicación en
su página de Instagram.
"Quiero unirme a otros en el esfuerzo por democratizar la
industria de la moda, permitiendo que los clientes tengan acceso
a un colectivo de diseñadores emergentes y maestros artesanos",
escribió Angelina en el pie de foto del logotipo en letras art
deco sobre un fondo dorado.
Hay pocos detalles disponibles: "Confía en mí: espero hacer
crecer este proyecto contigo", escribió.
Se trataría, por tanto, de una plataforma: "un lugar donde
las personas creativas puedan colaborar con una diversa familia
de expertos sastres, patronistas y artesanos de todo el mundo.
Un lugar para divertirse. Dónde crear sus modelos en libertad y
descubrirse a sí mismos", agregó.
La ex Lara Croft no es la única celebridad que tiene su
propia marca, basta pensar en Rihanna y Beyoncé. La diferencia
es que la actriz no está ahí afuera pregonando su propio sentido
del estilo.
La iniciativa es parte de una tendencia que ha visto a las
principales casas de moda ampliar el alcance global de una
industria profundamente centrada en los valores occidentales.
En diciembre, Chanel llevó sus pasarelas a Senegal, mientras
Gucci desfiló en Corea del Sur hace unos días. Dior, por su
parte, centró el protagonismo en las bordadoras indias, una
práctica utilizada por muchas firmas del polo de lujo francés
que muchas veces se ve eclipsada por la necesidad de mantener
alto el orgullo de la artesanía nacional.
Según Emma McClendon, historiadora de la moda que enseña en
la Universidad St. John de Nueva York, Jolie "aportará una
perspectiva más global al negocio de la confección, dando
visibilidad a quienes tienen la capacidad de crear alta costura
a mano" fuera de los canales habituales que conducen a la
kermesse bianual de Nueva York, París, Londres y Milán.
Luego está el énfasis en hacer más sustentable la industria
de la moda.
"Solo usaremos sobras, materiales e inventarios vintage de
calidad", explicó, alineándose con lo que hacen las marcas
éticas en el sector del lujo como Bode y By Walid que usan
tejidos antiguos, o Martine Serre, una diseñadora parisina que
utiliza camisetas, toallas y sábanas producidas en exceso.
(ANSA).
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