Fabbri enfatizó que se invirtió demasiado tiempo y esfuerzo en el evento y demasiada gente de todas partes. Personas de todo el mundo habían reservado hoteles en la ciudad, que no está en la zona más afectada.
Sin embargo, lamentó que algunas personas pensaran que el ayuntamiento de Ferrara estaba siendo "insensible" ante las nueve vidas perdidas en la región y la devastación incalculable causada por las inundaciones y los deslizamientos de tierra.
"(El concierto debe continuar) viendo la enorme complejidad que implica, no se puede aplazar ni cancelar después de involucrar a miles de trabajadores, y ha visto afluir a la ciudad a miles de turistas venidos de todas partes del mundo, que compraron un billete de avión, una habitación de hotel durante varios días", explicó.
"Lamento si algunas personas pueden haber pensado que Ferrara se ha mantenido insensible a la tragedia en Romaña solo porque no canceló el concierto", agregó. "Pero puedo asegurarles que, como exalcalde de Bondeno que vivió el terremoto de 2012 en primera línea, nunca le pedí a Italia o a la Región que detuviera campeonatos o eventos por solidaridad con nosotros.
"Primero porque no soluciona nada, aparte de crear otros daños económicos a las zonas, trabajadores y empresas que han invertido grandes sumas para realizar el evento, y segundo porque es un nivel de demagogia que no es de naturaleza mayúscula", dijo Fabbri.
En tanto, con cinco horas de retraso se abrieron las puertas del parque urbano Giorgio Bassani de Ferrara, que acogerá el concierto inaugural de la gira de The Boss en Italia.
Recién a última hora de la mañana llegó el visto bueno de la Comisión de Vigilancia, que tuvo que esperar a que la organización habilitara los terrenos del parque, inundados por las lluvias que azotaban la Región, afortunadamente sin provocar los desastres de la cercana Romaña.
La espera ahora es que Springsteen llegue al escenario, frente a unos 50.000 espectadores -quizás algunos menos dadas las dificultades para muchos de llegar a Ferrara- a las 19.30 horas locales.
Tras la apertura de las puertas, la afluencia a la zona de conciertos fue inmediatamente regular y tranquila. También vienen fans del extranjero, algunos de Países Bajos para celebrar el 40 aniversario del primer concierto visto en Róterdam.
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