Wilches-Castro ofreció en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife, Canarias) una masterclass sobre "cómo resistir el que los robots nos quiten el trabajo" en el marco de la sexta edición de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, que se celebran hasta mañana y de cuyo jurado forma parte.
"La IA ni es inteligencia, ni es artificial, ni es creativa.
No tiene criterio, no tiene buen gusto, que es algo que no se puede simular", comenta este director creativo de Titmouse, el mayor estudio independiente de animación de Estados Unidos.
Señala que "lo que hace la IA es autocompletar. Tú le dices que quieres un Papa Noel hecho con espagueti y genera una imagen. La mayoría de su producción es muy básica. Busca imágenes existentes y crea lo más común, que es aburrido y de mal gusto.
Elevar lo que no es común no se puede reemplazar".
También cree que "si a un robot le digo que exprese la ansiedad, no va a poder" y apunta que "en un mundo donde se busca la perfección, el valor de ser imperfecto va a ser la razón por la que se va a conseguir un trabajo".
Wilches-Castro expresa el "pesimismo de muchos artistas ante el riesgo de que la IA vaya a quitar el trabajo a mucha gente".
Considera que "los gobiernos tienen que intervenir, porque hay que proteger a mucha gente: es imposible que se puedan eliminar tantos trabajos de golpe".
Ofrece consejos para no ser reemplazados por robots como "no ser solo buenos en una cosa" o "resaltar lo infantil y loco que nos hace humanos".
Porque, subraya, "si el humano se comporta como una máquina, entonces vamos a ser reemplazados".
En momentos en que "las verdades pueden ser mentiras y viceversa, hay que desarrollar el escepticismo como habilidad a la hora de consumir noticias o arte", apunta.
"A mí no me pueden engañar todavía: sé cuando algo se ha hecho con IA o no".
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