Padura, como Sciascia desde Sicilia

Próxima novela de Conde la situará en la pandemia

El escritor Leonardo Padura (Gentileza Pep Herrero) (foto: ANSA)
El escritor Leonardo Padura (Gentileza Pep Herrero) (foto: ANSA)

(ANSA) - BARCELONA 7 FEB - Leonardo Padura, ganador del Premio Internacional de Novela Negra Pepe Carvalho por su obra "tan cubana como universal", dijo hoy en entrevista a ANSA que aprendió del italiano Leonardo Sciascia "esa percepción de que en un contexto tan cerrado como Sicilia se le puede hablar al mundo".
    Para Padura (La Habana, 1955) "escribir desde las islas siempre tiene un sentido de que tienes que irte por encima del mar. Dentro, lo peculiar es tan fuerte que puede llevarte a ser explícito y explicativo, y la literatura no tiene por qué ser explícita".
    El creador de las novelas policiacas del detective Mario Conde recordó la "enseñanza" que recibió del escritor español Manuel Vázquez Montalbán con motivo del Premio Internacional de Novela Negra Pepe Carvalho, que le ha sido concedido en el marco del festival BCNegra, que se celebra esta semana en Barcelona.
    "Veníamos de una tradición en que la novela policiaca se escribía en inglés y en francés, y muy poco en español.
    Naturalizamos un género en una lengua que Montalbán comenzó y yo he tratado de cultivar", señala.
    Conde es "nieto de Philip Marlowe (de Raymond Chandler) e hijo de Pepe Carvalho", subraya.
    Para escribir una buena novela policiaca "lo más importante es burlarse de todas las convenciones del género. Las convenciones están para violarlas, pero hay que conocerlas", apunta.
    Y Padura las viola "de todas las formas posibles".
    Para empezar, cuando comienza a escribir una novela coloca un crimen, la desarrolla y casi siempre cuando está terminando "es que decido quién es el asesino".
    Lo hace así porque "no me interesa tanto el quién fue que mató a quién como contar una historia en que el crimen tiene una posibilidad de reflejar un conflicto social" porque "lo social me interesa mucho más que el enigma".
    Además, Conde es un personaje que "tiene conocimiento cero de criminología y funciona con premoniciones y revelaciones que son categorías esotéricas o artísticas".
    El escritor decidió "no ser un especialista en investigación criminal porque el conocimiento implica un compromiso, y he tratado de evitar ese compromiso para tener más libertad".
    A diferencia de Carvalho, "que viene de vuelta de todo y busca con cierto cinismo lo que ocurre en el presente en una España en democracia" Conde usa en Cuba la "ironía para burlarse de lo que está ocurriendo y defenderse de este estatismo de las estructuras políticas y económicas".
    Porque, subraya, "se tiene la percepción de que en Cuba nada ha cambiado en mucho tiempo, porque el sistema de gobierno y las estructuras económicas más o menos son las mismas. Pero la sociedad cubana ha cambiado mucho".
    Después de 2016, año en el que transcurre su última novela, "Personas decentes", cuando visitaron la isla el entonces presidente estadounidense Barack Obama y los Rolling Stones, en Cuba "está habiendo un renacer extraño" y se están produciendo "pequeñas explosiones" como la creación de pequeñas y medianas empresas privadas.
    Pero "ahora la gente lo hace con más oportunismo que entusiasmo" mientras que en aquel momento "hubo algo más creativo, se crearon restaurantes, pequeños negocios de una manera que parecía que era un camino posible, y al final todo eso se frustró en una buena medida".
    Padura se declara "muy pesimista con respecto a lo que está ocurriendo en Cuba porque el gobierno lleva años poniendo banditas en heridas que llevan sutura".
    Defiende la necesidad de "realizar cambios muchos más profundos en la estructura económica y política del país", mientras que "se continúa con una política de emergencia y de consignas". La supervivencia en Cuba, dice, obliga a olvidarse de la ética de la decencia y en su lugar impera la "ética del sálvese quien pueda", se "vive con la ética de la picaresca" como resultado de "tantos años de crisis económica y de pobreza de la gente".
    Padura avanza que la próxima novela de su serie de Conde, que será la décima, la situará en la pandemia, pues le interesa reflexionar sobre "cómo el miedo a la muerte hace que los ciudadanos renuncien incluso a los derechos por los cuales más han luchado". En Cuba, dice, donde "la gente pidió durante años la posibilidad de viajar libremente" con la llegada de la pandemia se escucharon "muchas voces pidiendo que se cerraran las fronteras y que no dejaran entrar ni salir a nadie. Y esta fue una reacción de miedo".
    Y "como este -añade- fueron muchos pequeños espacios de libertad que les cedimos sin dudar a los poderes".
    Para su última entrega del detective ya tiene pensado que le hará "un homenaje literario con una novela escrita por Conde en primera persona y que no será policial". (ANSA).