Los rosarios de la paz van camino de Ucrania, junto a la "caricia del Papa", en la misión humanitaria que desde hoy reúne a los franciscanos conventuales, la comunidad de Sant'Egidio, la cooperativa Auxilium y la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) en Ucrania.
Se trata de un viaje para hablar de paz, pero también para llevar tres camiones de ayuda humanitaria, desde medicinas hasta papillas, desde generadores eléctricos hasta 22.000 prendas con el logo de la selección nacional. Hay artículos de primera necesidad, pero también globos, porque "el primer pensamiento es para los niños", subrayan los organizadores. La misión, que estará en Leópolis a partir de hoy para llegar a la capital, Kiev, en los próximos días, hizo escala en Bruselas. "Estamos aquí simbólicamente para llevar a las instituciones europeas el grito del pueblo europeo que es una petición, un deseo de paz.
Este pueblo quiere la paz: las instituciones europeas deben interpretarlo a todos los niveles. Que suenen las campanas de la paz y acallemos el estruendo de las armas", dijo el padre franciscano Enzo Fortunato a las autoridades europeas.
"Traigo la caricia de San Francisco y la bendición del Papa" que "reza todos los días para que la paz nazca en el corazón de Ucrania", agregó. "Italia sale al campo por la paz", subrayó Angelo Chiorazzo, presidente de la cooperativa Auxilium que coordinó la recolección de ayudas, destacando que el primer pensamiento va dirigido a los niños que "tienen que volver a la vida y también a jugar".
La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Pina Picierno, dio la bienvenida a la delegación en Bruselas. "Momentos como estos -dijo refiriéndose a la misión- también son importantes para demostrar, no solo de palabra, sino físicamente, la cercanía a un pueblo que vive desde hace un año, algo indecible que ni siquiera podíamos imaginar en esta Una Europa que, recordemos siempre, nació para garantizar la paz". En cuanto a la cuestión del envío de armas, que divide la política italiana, al exponente del Partido Demócrata subrayó: "Es necesario, esto es una guerra y en la guerra, "cómo se defiende una mujer, un niño, una persona en dificultad? Cómo defienden a personas inocentes que han sufrido una agresión, que no han hecho nada para merecer tal cosa?. La guerra es una cosa cruel, terrible, y lamentablemente es necesario el apoyo militar, como todas las piezas que hemos armado, empezando por la protección de los refugiados y otras ayudas, porque hay un plan de conjunto", insistió.
El vicepresidente de la Comunidad de Sant'Egidio, Adriano Roccucci, hablando con las instituciones de la UE, destacó "el gran problema de los desplazados internos". "Hay cinco millones y medio, estamos trabajando en esta situación desde hace más de un año", subrayó, y recordó que Sant'Egidio llevó ayudas, desde el inicio del conflicto, por 15 millones de euros. Vsevolod Chentsov, Jefe de Misión de Ucrania ante la Unión Europea, agradeció a la delegación su cercanía y ayuda. Luego destacó la necesidad que tienen los niños también de "apoyo psicológico" para poder superar este difícil momento. "De lo contrario, corremos el riesgo de perder toda una generación", concluyó.
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