Y hay que lograrlo para volver a crecer y contar en Europa, y con Europa para pesar en el mundo", añadió, refiriéndose, en las consideraciones finales, a los desafíos globales que exigen reforzar la capacidad de acción común, única manera "de superar la actual fase de oscuridad", planteó.
Según Panetta, "el avance de la integración europea es la respuesta al cambio del equilibrio geopolítico y al riesgo de irrelevancia de cada miembro". De lo contrario, los Estados serían condenados por una burda aritmética de números", argumentó.
Un aumento decisivo de las tasas de empleo "podría contrarrestar los efectos de la disminución demográfica y mantener inalterado el número de personas empleadas. También es posible que el apoyo al empleo derive de un flujo de inmigrantes regulares mayor que el hipotético del Istat (el ente estadístico de la Unión Europea, NDR)", afirmó luego.
Según Panetta, el flujo "deberá gestionarse en coordinación con otros países europeos" y "reforzando las medidas de integración". Luego está la cuestión de los jóvenes: "muchos han buscado mejores perspectivas laborales en el extranjero", 525.000 entre 2008 y 2022, y "el éxodo debilita la dotación de capital humano de nuestro país", sostuvo el banquero.
"No estamos condenados al estancamiento. La recuperación registrada tras la crisis pandémica fue superior a las previsiones y a la del resto de grandes economías de la zona", expresó luego el gobernador del Banco de Italia en sus consideraciones finales según las cuales algunos indicadores "hoy parecen decirnos que es posible una inversión de la tendencia".
Sin embargo, Panetta adviertió que "no hay que hacerse ilusiones: nuestra economía todavía sufre graves problemas, algunos de ellos muy arraigados y difíciles de resolver" y citó en primer lugar el retraso económico del Sur y la elevada deuda pública, cuestiones ineludibles para la política económica".
Para la zona del euro, en los próximos meses "se vislumbra una flexibilización de las condiciones monetarias", en la que "habrá que considerar que una actuación oportuna y gradual permitirá contener la volatilidad macroeconómica frente a una actuación tardía y apresurada", destacó.
Panetta añadió que una reducción "gradual" de los activos del Banco Central Europeo (BCE) -como los bonos comprados- "es ciertamente apropiada" pero "es esencial que no interfiera con la dirección de la política monetaria" y que se produzca "evitando escasez de liquidez en del sistema o episodios de fragmentación en la transmisión de impulsos monetarios".
Aprovechar al máximo los fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) en poco tiempo "es difícil para las administraciones, pero es crucial para reactivar el crecimiento potencial de la economía", opinó el gobernador. El Plan -explicó Panetta- "compromete a Italia a implementar reformas y proporciona recursos sustanciales para la modernización del sistema productivo y de la administración pública: según nuestros cálculos, 16 mil millones para la digitalización, 19 para la investigación y la innovación, 33 para las infraestructuras de transporte y 17 para inversiones empresariales".
"La plena implementación de las inversiones y reformas previstas por el PNRR, además de elevar el Producto Interno Bruto en más de 2 puntos porcentuales en el corto plazo, tendría efectos duraderos sobre el crecimiento debido a aumentos de productividad estimados entre 3 y 6 puntos porcentuales en una década", señaló.
Además, reiteró su llamamiento a los bancos "para que no bajen la guardia". En las consideraciones finales, comentó: "no podemos dejarnos sorprender por las tensiones que podrían surgir en el futuro" y recordó cómo las autoridades supervisoras pidieron en abril a los bancos que crearan una reserva de capital macro-prudencial. Panetta instó luego a los bancos a "reconocer las pérdidas esperadas" sobre los préstamos que aumentarán en los próximos dos años y a mantener la liquidez bajo control, teniendo en cuenta también "el aumento del costo de financiación".
La deuda pública italiana es "una carga que nos obliga cada año a comprometer considerables recursos públicos para pagar los intereses, desviándolos de la innovación y el desarrollo", completó con alarma.
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