Aumentar la calidad de la oferta de enoturismo en Italia: el efecto sorpresa de la salidas a la viña y a la bodega, de hecho, se está desvaneciendo, con casi el 60% de los italianos que consideran que las propuestas son demasiado similares entre sí y los amantes del vino esperan algo más emocional.
Así se desprende de una encuesta de la Asociación Italiana de Turismo y Enogastronómico.
"El sector está llamado a enfrentar nuevos desafíos que entrelazan la producción y el turismo -dijo la presidenta Roberta Garibaldi- y en este sentido es deseable adoptar un enfoque integrado y nuevos modelos de desarrollo territorial capaces de calificar los recursos humanos y la oferta puntual y de sistema".
En primer lugar, hay que diferenciar las experiencias para prolongar la duración de las vacaciones enogastronómicas y realizar paquetes a medida según los grupos de edad y los tipos de demanda.
Los valores más consistentes entre las experiencias soñadas, pero aún no realizadas, se refieren, en orden: cenar a la luz de las velas en los viñedos, las degustaciones al atardecer, los tratamientos de bienestar con temática del vino y los recorridos en bicicleta por las bodegas.
En las bodegas, la clasificación de las experiencias inacabadas es la actividad de team building de la empresa, es decir, subrayar el interés en el entrelazamiento entre turismo, ocio y negocios.
Del análisis se desprende el deseo de una oferta local y territorial (62,3%, como también de "ver y vivir paisajes que mantienen su vocación agrícola" (38,4%9).
El encuentro con la gente local es más significativo para los muy jóvenes.
Las experiencias representan un refuerzo para la venta directa por parte de las bodegas, donde los turistas más jóvenes están más orientados a los vinos blancos, burbujas y vinos alternativos, mientras que entre los boomers prevalecen los tintos y los productos más tradicionales.
En cuanto a la salud, por último, el 47,9% de los encuestados considera que el consumo es perjudicial para la salud individual, el 21,5% está en desacuerdo, mientras que el 30,5% restante se muestra neutro.
Resulta interesante ver la división generacional.
Son sobre todo los adultos jóvenes los que están de acuerdo (35-44: 50,3%, 45-54: 52,9%), y por el contrario los más jóvenes tienden a no compartir esta opinión (36,8%).
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