El ministro de Infraestructuras de Italia, Matteo Salvini, lanza el llamado plan "salva-casas", un paquete de normas destinadas a regularizar "pequeñas discrepancias" dentro de las viviendas, con el objetivo de volver a poner en el mercado a una multitud de propiedades.
Pero la oposición califica la medida como una nueva amnistía para la construcción. El anuncio surgió del Ministerio de Infraestructuras tras reunirse con asociaciones, empresas e instituciones a las que se les ilustraron las directrices sin entrar en demasiados detalles.
Las oficinas están trabajando -se explicó- para elaborar un proyecto de reglamento para intervenir en la casa, "como lo solicitaron y esperaban las administraciones territoriales, las asociaciones y los organismos del sector de la construcción".
Se trata de una serie de medidas que "tienen como objetivo regularizar pequeñas discrepancias o irregularidades estructurales" que, según un estudio del Consejo Nacional de Ingenieros, afectan a casi el 80% del sector inmobiliario italiano. El mes pasado, en un turno de preguntas en la Cámara de diputados, el viceprimer ministro y ministro de Infraestructuras había anticipado que "trabajamos hacia un proyecto de ley de construcción de la paz que pueda remediar las discrepancias internas en los hogares". Salvini explicó que estas discrepancias "están bloqueando a millones de italianos y propiedades que podrían fácilmente volver a ponerse en el mercado" para la compra-venta.
Aún no está claro qué camino podría tomar el proyecto.
Pero se habla de una intervención urgente. Por lo tanto, podría llegar un nuevo decreto de infraestructuras, pero tampoco se descarta que las normas lleguen al Parlamento con una enmienda.
Se busca poder "remediar" las diferencias de carácter formal, ligadas a las incertidumbres interpretativas de la normativa vigente, las diferencias "internas" de construcción, relativas a unidades inmobiliarias individuales, a las que los propietarios han hecho pocas modificaciones (por ejemplo, tabiques, entrepisos), pero también discrepancias que podrían haberse subsanado en el momento de la intervención, pero que no pueden subsanarse hoy debido a la normativa de "doble cumplimiento", que no permite obtener permiso para variar intervenciones que se remontan al pasado.
También se busca permitir cambios en el uso previsto de inmuebles entre categorías homogéneas. Pero la oposición ataca este plan de salvamento de viviendas, denunciándolo como una nueva amnistía inmobiliaria.
"Qué más podemos esperar de Salvini aparte de otro anuncio de una amnistía para la construcción? Lo llama 'construir la paz' ;;pero en realidad es la promesa electoral de remediar abusos y renovaciones ilícitas", afirma Chiara Braga, líder del Partido Demócrata en la Cámara de Diputados.
Para Francesco Boccia, presidente del grupo del Partido Demócrata en el Senado, se trata de "el viejo vicio de la derecha, un clásico: no se puede negar una amnistía a nadie, especialmente en una campaña electoral".
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