En España, según una nota de la Dirección General de la Policía, residían los presuntos destinatarios del dinero robado por la banda de ciberdelincuentes, desarticulada con más de 133 detenciones en los últimos 2 años por la policía brasileña.
Mientras que las terminales españolas, también conocidas como "mulas", han acabado ahora esposadas, en ejecución de 13 órdenes de detención internacionales emitidas por las autoridades judiciales brasileñas, con otras tantas órdenes de búsqueda.
Según los agentes, de los más de 120 millones sustraídos por la organización criminal a clientes de banca online, mediante la introducción de troyanos a través de internet, al menos 5 millones corresponden a la actividad de la banda en territorio español.
La operación policial, rebautizada como Ipanema, comenzó en 2020, después de que la ciber-policía interceptara en terminales de clientes de banca online un malware conocido en España como Grandoreiro, uno de los más utilizados para introducirse en los medios electrónicos de los usuarios.
El método utilizado por los ciberdelincuentes consistía en lanzar campañas haciéndose pasar por entidades bancarias, mediante el envío de correos electrónicos bancarios digitales.
Una vez abierto el mensaje, el malware infectó el medio electrónico, reemplazando a la institución bancaria e invitando al cliente a descargar un módulo de seguridad. Con esta excusa, los ciberpiratas solicitaban las claves desechables de verificación automática que recibían por mensaje SMS de los clientes, quienes las regalaban sin saber que estaban autorizando transferencias bancarias o la negociación de crédito inmediato.
Mientras tanto, las investigaciones policiales continúan obteniendo información de los ordenadores y dispositivos electrónicos incautados a los detenidos sobre las víctimas españolas de la estafa online.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA