Italia tiene el mayor número de radares instalados en las carreteras: las últimas estimaciones registran 11.130 mil dispositivos automáticos de detección de velocidad en toda la península, más que Gran Bretaña (alrededor de 7.700), Alemania (más de 4.700), Francia (3.780).
Así lo afirma la entidad en defensa del ambiente y los consumidores (Codacons), que interviene en los casos cada vez más frecuentes de radares desmantelados por desconocidos, un fenómeno que está afectando a varias zonas de Italia, desde Lombardía hasta Véneto, desde Piamonte hasta Emilia Romaña.
De hecho, en la noche del viernes se registró una nueva reducción en un sistema de radares en el Véneto. El misterioso "Fleximan" -como llaman al agresor de radares- atacó en la provincia de Padua.
Según datos oficiales del Ministerio del Interior, en 2022 las 20 principales ciudades italianas recaudaron un total de 75.891.968 euros gracias a las elevadas multas por radares, con un crecimiento del +61,7% respecto a los 46.921.290 euros de recaudación registrados por las mismas administraciones municipales en 2021.
La ciudad con mayores ingresos por radares es Florencia, equivalente a 23,2 millones de euros, seguida de Milán (casi 13 millones), Génova (10,7 millones) y Roma (6,1 millones).
Sin embargo, no faltan sorpresas: si Nápoles se queda con sólo 18.700 euros de ingresos en 2022, los municipios de la zona de Salento han obtenido en total unos 23 millones de euros gracias a las elevadas multas por radares.
El municipio de Cavallino, por ejemplo, vio pasar sus ingresos de cero en 2021 a 2.520.121 euros en 2022 gracias al dispositivo de detección de velocidad instalado en la carretera estatal 16 Lecce-Maglie. La administración de Surbo recaudó 309.580 euros, que en Trepuzzi ascendieron a 720.022 euros gracias a los tres radares instalados en la carretera estatal 613 Lecce-Brindisi.
Sin embargo, los mayores ingresos corresponden a Melpignano: 2.545.445 euros gracias a los radares de la carretera estatal 16 Lecce-Maglie. Luego están los casos anómalos de algunas vías, como la estatal 372 Telesina, salpicada de radares, con límites de velocidad que se han ido modificando con el tiempo, generando confusión entre los automovilistas y provocando un aluvión de multas.
"Lo que está sucediendo estos días en Italia en materia de radares demuestra la exasperación de los ciudadanos que se sienten acosados ;;y acosados ;;por las multas de tráfico y la multiplicación de los controles de velocidad, pero no estamos de acuerdo con actos de ilegalidad como los de quienes destruir y desmantelar los radares", explica el presidente de la asociación de consumidores, Carlo Rienzi.
"Quien supere los límites de velocidad, poniendo en riesgo su propia vida y la de los demás, debe ser sancionado con la máxima severidad, pero los municipios, por su parte, deben perseguir seguridad vial y garantizar la seguridad de los automovilistas mediante un uso más cuidadoso de los radares, que con demasiada frecuencia se instalan con el único fin de ganar dinero y utilizar a los ciudadanos como cajeros automáticos", completó.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA