(ANSA) ROMA - Si la moda del momento dicta los SUV, en la gama Alfa Romeo hay un coche que todavía les habla a los puristas, el Giulia, que luce con orgullo su línea sedán y se resiste a la electrificación.
Además, con el motor turbo de gasolina de 2 litros ofrece ese sonido tan querido por los fans de la marca. Lo condujimos en la variante AWD, que añade el plus de la tracción total.
La línea presenta los cambios introducidos con el restyling: la revisión del "Trilobe" delantero, la incorporación de nuevos faros adaptativos Full-LED Matrix y el acabado transparente de las firmas luminosas traseras.
Además, el rojo alfa del modelo probado añade más carácter a una de las propuestas más cautivantes del segmento. No faltan las cubiertas rebajadas sobre llantas bitono que lucen pinzas de freno rojas.
El interior envuelve al conductor y a los pasajeros, dejando apenas espacio para el equipaje, con un volumen útil de 480 litros, y luce la nueva instrumentación digital que, a través de la gráfica vintage, se adapta perfectamente al espíritu del coche.
Son inevitables las palancas detrás del volante de aluminio, que permiten cambiar de marcha en modo manual, mientras que el sistema multimedia, discretamente insertado en el salpicadero, hasta el punto de no desvirtuar su aspecto aerodinámico, aprovecha las actualizaciones inalámbricas y se comunica fácilmente con su teléfono inteligente.
Al volante del Giulia 2.0 turbo gasolina se encuentra todo el ADN de Alfa Romeo, con la plataforma Giorgio, al igual que el Stelvio, que permite sentirte como un solo cuerpo con el coche, gracias a la tracción predominante en la parte trasera y la dirección precisa.
La tracción total ayuda a gestionar mejor los 280 CV y ;;los 400 Nm de par, lo que hace que el tren delantero intervenga cuando es necesario, pero la agilidad no se reduce en absoluto respecto al modelo con tracción trasera únicamente.
El cambio automático de 8 velocidades es siempre rápido y está bien adaptado al motor, lo que también ofrece cierto nivel de confort en la conducción diaria.
Las prestaciones son muy respetables, con un 0 a 100 km/h en 5,2 segundos, y una velocidad máxima que, cuando lo permite, le permite alcanzar los 240 km/h.
Es el Giulia el que se sitúa entre la versión turbodiésel y el Quadrifoglio, más especializado, y consigue satisfacer al automovilista que busca una berlina deportiva, incluso cómoda, para utilizar a diario.
El consumo se ve inevitablemente afectado por las prestaciones de las que es capaz, por lo que el kilometraje es del orden de 10 km/l de media, pero desciende aún más si se explora el potencial de prestaciones.
Existen multitud de ayudas a la conducción, con todos los dispositivos que garantizan la llamada conducción autónoma de segundo nivel y que son de fácil manejo.
Para meter en el garaje el Giulia Veloce con el 2.0 Turbo de 280 CV y ;;tracción total, el precio que pide la firma italiana es de 60.350 euros.
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