El precio de la energía pierde fuerza pero sigue pesando sobre el bolsillo de los italianos. Y ahora, con la escalada del conflicto en Oriente Medio, existe el riesgo de una aceleración de los precios que podría volver a poner de rodillas las actividades económicas y provocar una congelamiento del consumo.
La alarma la genera un informe de Confcommercio-Imprese per l'Italia (cámara del sector) que muestra que la electricidad y el gas todavía cuestan a bares, restaurantes, hoteles y tiendas un 44% más que los niveles anteriores a la pandemia.
Y sólo por la factura de la luz se paga más del doble de los precios registrados en el período anterior a la crisis, es decir, 2019, el año de la "normalidad económica" en términos de energía.
"La crisis energética del bienio 2021-2022 aún no puede considerarse superada y sus efectos se sentirán también en un futuro próximo", advierte Confcommercio.
"Las tensiones geopolíticas, ahora también alimentadas por el conflicto en Oriente Medio que determina otro fuerte elemento de inestabilidad en los mercados, mantendrá alto el riesgo de aumento de los precios de la energía mucho más allá de 2023", agrega.
Para este año se estima que el gasto de las empresas del sector terciario será de 19.300 millones de euros entre electricidad y gas.
A pesar de la caída respecto a los 32,9 mil millones en 2022 (-41%) y del ligero descenso de los precios registrado en el último semestre, el coste de la energía sigue manteniéndose en valores extraordinarios.
Y si se comparan los datos de finales de septiembre de 2023 con los de septiembre de 2019, "la brecha es enorme": el coste del componente eléctrico de la factura (suministro de materias primas, neto de cargas, impuestos e IVA) para los hoteles -en la comparación entre 2023 y 2019- alcanza casi el +90%.
Para bares y restaurantes el diferencial varía entre +82% y +85%. Porcentajes similares también para los comercios de alimentación (+87%) y los comercios de no alimentación (+82%).
Además, las facturas del gas en el próximo período invernal experimentarán un aumento de entre el 47% y el 75% con respecto a 2019.
"El coste de la energía sigue siendo demasiado alto en comparación con el período anterior a la crisis y el conflicto en Oriente Medio representa otro fuerte elemento de inestabilidad en los mercados que corre el riesgo de producir desequilibrios ulteriores y profundos", advierte el presidente de Confcommercio, Carlo Sangalli, que pide "una intervención gubernamental más fuerte y estructural, empezando por el restablecimiento de los créditos fiscales y la esterilización de los costes del sistema, y ;;también de medidas para apoyar a las empresas más afectadas por los altos precios del combustible".
Los datos recogidos en el estudio "muestran claramente cómo las recientes medidas adoptadas por el gobierno para mitigar el impacto de los costes energéticos para las empresas y las familias deberían reforzarse fuertemente", se subraya en el informe.
Precisa al mismo tiempo que "la continuidad del beneficio tendrá sobre el coste del carburante diésel comercial, esencial para la competitividad de las empresas de transporte por carretera y útil para contener la inflación, es hacer estructural este beneficio también para los autobuses turísticos que ya no se benefician desde finales de agosto".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA