Un mercado con más de 200 millones de consumidores, con cifras económicas crecientes y buenos márgenes de desarrollo para la exportación de vino italiano. Brasil representa una "apuesta importante" para Veronafiere/Vinitaly, que en la feria Wine South America celebrada en Bento Concalves, en el estado sureño de Rio Grande do Sul, registró un "número récord de expositores italianos" y el "entusiasmo" de la productores brasileños que pretenden aterrizar en la próxima edición del evento de Verona.
En el pabellón tricolor del evento, que se clausura mañana, hay más de veinte operadores, que representan decenas de marcas y variedades, de ellas 13 en el stand organizado por ICE/ITA, el ente para la promoción de empresas en el exterior.
Una afluencia que también se explica por el crecimiento del "4,4% de las importaciones de vino italiano de enero a agosto, respecto al mismo período de 2022", con una facturación que pasó de "23,5 a 24,6 millones de dólares", destaca Ferdinando Fiore.
jefe de la oficina de ICE/ITA en Brasil.
"Creemos que también en el ámbito del vino existen todas las condiciones para el desarrollo futuro", observan el director de Vinitaly Gianni Bruno y el miembro del consejo de administración del socio de Veronafiere Milanez & Milaneze, Alessandro Giolai.
En este sentido, vale recordar que Brasil es el cuarto mercado para los italianos en América, después de Estados Unidos, Canadá y México. E Italia es el cuarto proveedor, con una cuota del 7%, por detrás de Chile, Argentina y Portugal. "En términos de valor, son casi 37 millones de dólares comprados por brasileños, o alrededor del 8% del total importado", añade Fiore.
Pero ahora también los productores de la Serra Gaucha de Rio Grande do Sul, la capital de la uva y el vino de Brasil, destino de la gran inmigración italiana del siglo XIX, que plantó aquí el cultivo de la vid y donde se habla "taliano", el antiguo dialecto veneciano, están decididos a dar a conocer sus variedades en Italia. Y se plantean participar en la próxima edición de Vinitaly.
Un resultado también gracias al gran trabajo del cónsul general de Porto Alegre, Valerio Caruso, que desde su llegada -hace un año- ha trabajado para restablecer los vínculos con el territorio. Y que ha potenciado aún más la participación italiana en Wine South America con una importante iniciativa de proximidad con las autoridades locales y las comunidades empresariales.
"Estamos orgullosos de que en la cuna de una comunidad descendiente de italianos histórica y muy fuerte -observa el cónsul- podamos realizar un trabajo en equipo tan importante con el Sistema Italiano, fortaleciendo la excelencia italiana y promoviendo la excelencia de la izquierda".
Una tendencia que Vinitaly ve con buenos ojos. "En la última edición del certamen de Verona tuvimos alrededor de 33.000 operadores de 134 países. La mayor parte va a Italia, que representa el 95% de los expositores, pero vemos una nueva atención hacia los vinos extranjeros. Y los brasileños que vendrán, saldrán favorecidos, precisamente porque son una propuesta alternativa", destaca Bruno.
Por otro lado, los operadores italianos señalan que el mercado brasileño presenta algunos desafíos y cuestiones críticas. La verdadera espina clavada son los deberes. En particular, para quienes deciden no confiar en el "trade" brasileño o el "comex", el coste de la salida de Italia para el importador puede aumentar hasta el 152%.
Y entre los principales focos de atracción de los vinos italianos se encuentran las plazas de San Paolo, Río de Janeiro y Minas Gerais, pero no faltan ideas nuevas y continuas, impulsadas también por los sectores turístico y enogastronómico del país.
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