El cangrejo azul, una pasión gastronómica

Se lo consume tanto en platos gourmet como en pizzas

El exótico cangrejo azul, muy de moda, pero con escasa demanda de acuerdo a su tamaño (ANSA) (foto: ANSA)
El exótico cangrejo azul, muy de moda, pero con escasa demanda de acuerdo a su tamaño (ANSA) (foto: ANSA)

(ANSA) - ROMA - La pasión de los italianos por el cangrejo azul, una especie exótica, explota en la mesa, pero más del 90% del producto pescado no se vende.
    Paolo Tiozzo, vicepresidente de la cooperativa Fedagripesca-Conf, lo explica a ANSA, teniendo en cuenta las pérdidas y las ganancias.
    "Hoy recolectamos 20.000 kilos de cangrejos por día, que al pescador se le paga entre 1 y 1,50 euros - explica Tiozzo -. La cuestión es que sólo 5/10 de cada 100 capturados tienen las características dimensionales requeridas por el mercado y, por lo tanto, adquiridos en pescaderías y en el gran comercio minorista. El resto debe ser vendido por los pescadores, quienes deben correr con los gastos".
    Tiozzo recuerda que de momento no existe ninguna cadena de suministro que permita utilizar estos "residuos" como fertilizantes o suplementos y el resultado es "que vender el cangrejo azul aporta muy poco a las arcas de los pescadores, pero disponer del 90% del "un producto que no gusta al mercado, cuesta 100 mil euros al día, haciendo un balance global de todos los gastos realizados en las zonas más infestadas".
    Frente a una economía ligada al cangrejo azul que inclina la balanza más hacia los costes que hacia los ingresos, otra vinculada al cultivo de almejas y mejillones corre el riesgo de desaparecer.
    Sólo en carnadas, explican las cooperativas de Emilia Romaña, cada socio gasta entre 20.000 y 40.000 euros al año, a los que se suman todos los costes relacionados con la pesca y el mantenimiento de los sistemas.
    "Nuestros sacrificios corren el riesgo de convertirse en humo", prosiguen los pescadores, que se equipan lo mejor que pueden para salvaguardar la producción.
    "El cangrejo azul es un auténtico jabalí, pero en el agua resulta aún más complicado proteger nuestro trabajo", agregan.
    "Para proteger las almejas pequeñas estamos colocando lonas, pero esto no es posible para las grandes. En cada metro cuadrado hay 20 mil pequeñas que a medida que crecen requieren de más espacio que es imposible de reparar, porque tendríamos que abarcar todo el espacio que tenemos bajo concesión", concluyen.
    (ANSA).