Los líderes del G20 salvan la unidad al precio de un acuerdo de bajo costo sobre Ucrania (que decepciona a Kiev), en medio de esfuerzos en materia de transición energética y lucha contra el cambio climático que no responden plenamente a las expectativas.
El primer ministro indio, Narendra Modi, con el apoyo del presidente estadounidense Joe Biden, impide concluir su cumbre en Nueva Delhi sin una declaración final, saca provecho de la entrada plena de la Unión Africana en el grupo de los principales países más industrializados y países emergentes y aprueba diversas iniciativas, entre ellas la Alianza Global de Biocombustibles para fomentar la difusión de los biocombustibles y la transición energética a nivel global.
El principal obstáculo sobre el lenguaje a utilizar, amplificado por las ausencias de los presidentes chino Xi Jinping y ruso Vladimir Putin (sobre quien pesa una orden de arresto internacional por la guerra en Ucrania), se resolvió con la denuncia del "uso de fuerza" en Ucrania para conquistas "territoriales" y con la omisión de la agresión de Rusia.
"Una fórmula diluida en comparación con la del G20 en Bali en noviembre de 2022, necesaria para el éxito de la cumbre y de la presidencia india", confió a ANSA una fuente autorizada. La declaración de los líderes, aprobada de forma inusual el primer día de la cumbre, recuerda "el debate en Bali, donde reiteramos nuestras posiciones nacionales y las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la Asamblea General de las Naciones Unidas", aprobado por mayoría.
Y luego, se afirma que todos los Estados "actuarán de manera compatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas en su totalidad", absteniéndose "de la amenaza o el uso de la fuerza para perseguir adquisiciones territoriales contra la integridad y soberanía territorial o la independencia política de cualquier estado".
El G20 pide la "implementación plena, oportuna y efectiva" del acuerdo sobre cereales, "eficaz para garantizar entregas inmediatas y sin obstáculos de cereales, alimentos y fertilizantes e insumos agrícolas desde Rusia y Ucrania". No hay referencia a la ruptura por parte de Moscú del acuerdo negociado por la ONU y Turquía.
En la declaración final de Bali, el término "guerra" se utilizó en contra de los deseos de Rusia y China, con la "condena" de la "mayoría de los miembros".
El contraste de tonos es fuerte y, como era de esperar, la decepción de Kiev es fuerte: "Ucrania agradece a los socios que intentaron incluir una redacción fuerte en el texto. Al mismo tiempo, el Grupo de los 20 no tiene nada de qué enorgullecerse", disparó Oleg Nikolenko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, con visible amargura.
En el frente climático, los líderes del G20 impulsan la transición energética y el cambio climático y se comprometen a apoyar los esfuerzos para triplicar la capacidad global de energía renovable para 2030. Aunque faltan compromisos de tiempo para eliminar los combustibles fósiles, a pesar de las indicaciones de la ONU de "acelerar los esfuerzos hacia la eliminación progresiva de la energía del carbón". Una sombra sobre los próximos plazos, a partir de la COP-28.
Mientras tanto, Biden asesta un duro golpe a la Franja y la Ruta de China gracias a un acuerdo multinacional ('Asociación para la infraestructura y la inversión global y corredor económico India-Oriente Medio-Europa') sobre el nuevo proyecto de corredor económico y de infraestructuras para conectar India, Oriente Medio y Europa.
Tras la firma del memorando, Biden (que luego estrechó la mano del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, iniciando una prueba de deshielo) afirmó que se trata de un "verdadero gran acuerdo" que conectará los puertos de dos continentes y conducirá a un "medio Oriente más estable, más próspero e integrado", con "infinitas oportunidades" para la energía limpia, la electricidad limpia y el tendido de cables para conectar las comunidades.
En la presentación, a la que también asistió la primera ministra italiana Giorgia Meloni, Modi expresó su plena satisfacción: "Hoy, al embarcarnos en una iniciativa de conectividad tan grandiosa, estamos sembrando las semillas para que las generaciones futuras sueñen en grande", apuntó el anfitrión.
Finalmente un alerta, señal de tensiones entre Estados Unidos y China. Pekín se ha opuesto a la idea de que Washington aferre la presidencia del G20 en 2026, siguiendo un giro establecido: los funcionarios chinos expresaron su oposición en Nueva Delhi, pero el esfuerzo fracasó.
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