(ANSA) TURIN - Mirafiori, la tradicional planta de Stellantis, se convierte en una fábrica verde.
Con una inversión de 40 millones de euros, nace el Battery Technology Center, el primer centro global de Stellantis para testear las baterías de vehículos eléctricos en toda Europa.
Cuando esté en pleno funcionamiento, trabajarán en el centro unos cien empleados altamente especializados, y es posible que haya más contrataciones en el futuro. Otro centro similar se creará en Canadá.
En el centro, que tiene una superficie de 8.000 metros cuadrados - explicó la directora Paola Baratta - se realizan tests con hasta 47 baterías al mismo tiempo, número que puede llegar a 96. Los tests realizados por áreas climáticas, donde se pasa de -40 a 60 grados, a razón de 20 grados por minuto.
Normalmente, esos tests duran quince días, pero pueden prolongarse hasta un año.
"Hay una profunda transformación en marcha en la que apostamos por ser una de las empresas de éxito, queremos que nuestros productos y servicios sean los más atractivos para el mercado", afirmó Ned Curic, director de Tecnologías de Stellantis, al presentar la estrategia del grupo.
"Queremos reducir los costos del coche eléctrico, lanzaremos un vehículo eléctrico. Lanzaremos este año un vehículo eléctrico muy accesible", agregó.
En la presentación del centro en Mirafiori estuvieron presentes el presidente de la región de Piamonte, Alberto Cirio, el alcalde de Turín, Stefano Lo Russo, y representantes de los sindicatos.
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