Mientras tanto, llega una apertura, hasta ahora solo susurrada entre bastidores, de la primera ministra, Giorgia Meloni, y para barajar las cartas, Forza Italia (FI) salta al campo con una propuesta para adecuar todos los salarios a los estándares de negociación nacional.
En las mismas horas, sin embargo, una moción del M5s para la introducción de un salario mínimo legal de al menos 9 euros brutos por hora es rechazada en el Senado. Pero se aprueba una Orden del Día (ODG) de la mayoría que compromete al gobierno a "vigilar la aplicación de los contratos laborales nacionales" y a "evitar cualquier forma de intervención que empuje a la baja a los salarios medios-bajos".
En resumen, algo parece moverse de todos modos. Y a testimoniarlo es también las declaraciones abiertas de Meloni.
"El salario mínimo -dijo la primera ministro a Rtl 102.5- es un buen título, funciona muy bien como consigna, pero en su aplicación corre el riesgo de crear problemas".
De ahí la necesidad de "abrir un diálogo" también "con la oposición". No es un aplazamiento, puntualizó Meloni, sino que "pidieron una charla y se tarda en confrontarse, pero luego ya sabes: cómo se hace se equivoca".
Los bien informados de la mayoría aseguran que una propuesta unitaria de la centroderecha está en camino, pero mientras tanto los azzurri avanzan con un proyecto de ley presentado por el coordinador Antonio Tajani y "ofrecido en primer lugar a nuestros aliados, pero también en general al debate si realmente queremos abordar el tema de cómo ayudar al salario de los trabajadores".
Una jugada que no habría sido acordada entre las fuerzas del gobierno, pero que, mientras tanto, le quita a la oposición el argumento de la falta de propuestas concretas por parte de la mayoría.
Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia, FdI) recoge y alinea: "estamos convencidos de que los contratos piratas pueden superarse extendiéndoles las normas de los contratos colectivos de trabajo nacionales más aplicados", dijo el líder del grupo en la Cámara Tommaso Foti.
Y el líder de Azione, Carlo Calenda, que inmediatamente acogió con satisfacción la propuesta de los azzurri desde la oposición, adelantó que la próxima semana se reunirá con la primera ministro para tratar el expediente.
"Estimado Antonio Tajani -escribió en twitter- estoy muy feliz con esta propuesta, porque es exactamente, repito, exactamente, lo que está previsto en nuestra propuesta sobre el salario mínimo".
En el Partido Demócrata (PD) se subrayó que es una primera victoria haber llevado el tema al debate público y haber "obligado" a la mayoría a pasar del no rotundo (incluso con una enmienda supresora) a una apertura de diálogo.
Además, la propuesta de Forza Italia no difiere demasiado de la que adelantó el entonces ministro Andrea Orlando durante el gobierno de Mario Draghi que preveía aplicar los contratos líderes de cada sector a todos los trabajadores de ese sector, poniendo fuera de juego los contratos pirata y nivelando los contratos al alza.
Mientras tanto, la centroderecha evita la votación de la enmienda supresora de la propuesta de la oposición. De hecho, la propuesta del presidente de la comisión, Valter Rizzetto, de llegar a la Cámara sin votación de las enmiendas, ni del mandato del ponente, pasa por la comisión de Trabajo.
"Se certifica la dificultad de la mayoría -subrayó el Partido Demócrata con Arturo Scotto- intentaron votar por lo represivo varias veces, pero las oposiciones ganaron una batalla: vamos a la Cámara con nuestra propuesta, por primera vez la derecha persigue a la oposición".
Una vez que el texto llegue a la Cámara el jueves, explicó la centroderecha, debería llegar una propuesta de suspensión por un par de meses, sobre el modelo de lo ocurrido con el Mes, que se votaría la próxima semana. Y, por lo tanto, la discusión se pospondría hasta el otoño.
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