Más sostenible, pero sobre todo más barato a largo plazo. La comodidad es el motor que actualmente está cambiando la forma de pensar de los italianos en términos de movilidad con el 70% de los automovilistas convencidos de comprar un coche eléctrico, o mejor dicho, un híbrido.
Es uno de los datos que se desprende del último informe EY Mobility Consumer Index 2023, realizado en 20 países. De hecho, por primer año, el alto precio del combustible se señala en el índice EY como la principal razón para la transición a los vehículos eléctricos, superando las preocupaciones ambientales y considerando que para los vehículos de combustión se declaró una parada para su venta en 2035.
Sin embargo, para más del 30% de los encuestados, la falta de estaciones de recarga sigue siendo la principal preocupación a la hora de comprar un vehículo eléctrico. El aumento de las intenciones de compra afecta a la mayoría de los mercados, incluidos Estados Unidos (+19%), Suecia (+12%) y Japón (+11%). A nivel mundial en cuanto a la propensión a comprar un vehículo eléctrico, China ocupa el primer lugar (75 %) seguida de Italia (70 % frente al 73 % del año anterior), Noruega (67 %), Suecia y Japón (64 %).
En la elección de los italianos, explica Giovanni Passalacqua, socio y Automotive Consulting Leader de EY en Italia, el tema de la sostenibilidad mantiene su importancia, al igual que el componente económico vinculado al aumento de los precios de los combustibles". Pero, recuerda Passalacqua, "a pesar de los grandes avances en columnas y tiempos de recarga en el último año, para el 44% de los entrevistados en el país, los tiempos de espera son demasiado largos, y para el 39% los puntos de recarga no son funcionales o son difíciles de encontrar" en lugares de trabajo pospandemia con las características típicas de nuestro país: crece el tránsito privado, disminuye el público.
Según la encuesta de EY, en Italia, el uso del coche personal ha tenido un crecimiento significativo respecto al año pasado, un +10%, mientras se asiste a un descenso continuo en el uso del transporte público (el 29% lo utiliza frente a la media mundial del 41%) y también de la movilidad compartida, coche, bike shering e incluso scooters.
Por otro lado, los vehículos de dos ruedas motorizados están recuperando fuerza, creciendo un 5%.
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