Muchas de ellas ya están presentes en el país sudamericano con verdadera excelencia, como las empresas de Véneto para la recolección de huevos, y las sicilianas especializadas en nanoriego.
La iniciativa del gobierno Lula pone énfasis en la sustentabilidad, con producción de energía limpia, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, reforestación y cuidado de la vegetación nativa, pero también racionalización de los recursos naturales y reciclaje de desechos y residuos.
El plan busca, sobre todo, sinergias con empresas especializadas en automatización, en la creación de software de gestión a medida, aplicaciones móviles, análisis de big data, especialmente para sistemas de alimentación animal gestionados por inteligencia artificial, y drones agrícolas.
Pero también están apareciendo en el mercado brasileño los primeros sistemas de trazabilidad de alimentos basados ;;en tecnología blockchain, proyectos de investigación sobre arroz y cereales, y un crecimiento significativo en la demanda de sensores y sistemas de riego inteligentes, que permiten el uso responsable del agua.
Este último es un sector en el que las empresas italianas se encuentran compitiendo sobre todo con estadounidenses e israelíes.
Oportunidades que, como destacó a ANSA el embajador de Italia en Brasil, Francesco Azzarello, "deben ser evaluadas e investigadas, con voluntad de crear cooperación con un socio brasileño y transferir tecnología, aprovechando la diversidad estacional en comparación con Italia, así como el grado particularmente avanzado de desarrollo de la investigación local".
"Como tuve la oportunidad de decirles a los miembros de la muy poderosa Asociación de agricultores y ganaderos del estado de Mato Grosso del Sud en mi muy reciente misión - agregó el embajador - deben comenzar a pensar en el futuro diversificando la mera exportación de 'commodities', dependientes de los eventos climáticos, de la demanda y de las fluctuaciones de precios, con inversiones en una industria de transformación que es muy limitada. Italia es el socio ideal en este sector".
Y según el presidente de la Italcam de San Pablo, Graziano Messana, las ideas de colaboración "también están destinadas a crecer dada la rápida evolución del sector".
"En efecto, basta considerar que el PBI agrícola brasileño en 2022 alcanzó la impresionante cifra de 500.000 millones de dólares, el equivalente al PBI conjunto de países como Argentina o Egipto, y una cosecha total de más de 300 millones de toneladas", sostuvo.
Para tener una idea de la velocidad del desarrollo, basta con considerar que entre 2002 y 2022, el PIB agrícola del gigante verde amarillo saltó de 122 a 500 mil millones de dólares, con Brasil convirtiéndose en el primer productor y exportador de soja del mundo, superando a Estados Unidos.
"Un crecimiento - agregó Messana - basado en una combinación de tecnología e inversiones en investigación y políticas públicas".
Por otro lado, el país, que ya obtiene el 84% de su energía de fuentes renovables, "va rumbo a la producción cero carbono en 360 grados", según destacó la directora del Sector Cadenas productivas e indicaciones geográficas del ministerio de Agricultura, Fabiana Villa Alves.
En particular, Villa Alves subrayó la importancia del uso de la inteligencia artificial, "capaz de desencadenar un salto gigantesco en la calidad", así como "blockchain y análisis de datos".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA