El capítulo romano de la visita, explicó Lula en una conferencia de prensa final en París, "permitió relanzar las relaciones" con Italia, país con el que "no tuvimos visitas oficiales durante seis años, a pesar de que en Brasil viven 600.000 italianos y 30 millones de brasileños" son de origen italiano.
Por eso "invité tanto al presidente Sergio Mattarella como a la premier Giorgia Meloni a realizar una visita oficial lo antes posible".
El jefe de Estado brasileño declaró luego que la reunión con su colega francés, Emmanuel Macron, "nos permitió ponernos al día sobre varios temas fundamentales, el más importante de los cuales se refería al proyecto de acuerdo UE-Mercosur".
"Ambos conocemos los problemas que existen para llegar a un buen entendimiento. En lo que respecta a nuestros dos países, sabemos que Francia quiere proteger su sector agrícola, y saben lo importante que es para nosotros la protección de las pequeñas y medianas empresas" en relación con la contratación pública.
"Bruselas nos envió una última carta sobre el acuerdo -añadió- con la que no estamos de acuerdo y estamos preparando una respuesta. Espero Finalmente, Lula abordó el tema de la relación entre desigualdad y clima.
"Cuando hablé de la lucha contra la desigualdad y por el clima es porque hoy las desigualdades son mayores que antes. Y por ejemplo debemos estar indignados como sociedad por lo que está pasando en Haití, un país que paga por ser el primero independiente en América Latina en 1804. La grave emergencia y la violencia que allí se vive -advirtió- no parece interesar a nadie, sino que es un problema de todos".
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