Con resultados mejores de lo esperado a principios de año, la economía de Italia podría sufrir una desaceleración debido a los efectos de las inundaciones que mataron a 15 personas en Emilia-Romaña el pasado mes de mayo.
La región es un importante polo productivo del país, especialmente en el sector agrícola, uno de los más afectados por las inundaciones, con plantaciones enteras destruidas por el agua.
"Un nuevo factor de riesgo podría provenir de las consecuencias económicas, especialmente en el sector agrícola, de la reciente ola de mal tiempo que tuvo efectos dramáticos en Emilia-Romaña", dice un informe publicado este martes (6) por el Instituto Nacional de Estadística (ISTAT).
El documento también cita riesgos vinculados a la ralentización de la demanda mundial, que debería afectar a las importaciones italianas, y las incertidumbres generadas por la continuación de la guerra en Ucrania.
Aun así, ISTAT proyecta un crecimiento de la economía italiana del 1,2% en 2023 y del 1,1% en 2024 -en el primer trimestre de este año, el aumento fue del 0,6%.
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