Las pequeñas y medianas empresas cubanas (Mypimes), una innovación considerada como uno de los "actores" en el marco de la economía estatal, están demostrando un dinamismo destacado.
    Lo indican estadísticas oficiales publicadas recientemente, aunque las autoridades vigilan "distorsiones" como las de las ventas a precios altos.
    Esos negocios, la gran mayoría privados, generaron en conjunto, desde que comenzaron a fundarse a fines de 2021, más de cuatro millones de dólares en exportaciones y alrededor de 270 millones en importaciones.
    Actualmente, esas empresas se acercan a las 8.000. Más de 6.000 son privadas.
    Durante los primeros cuatro meses de 2023, las importaciones de esas entidades totalizaron 166 millones de dólares, de acuerdo con estadísticas oficiales.
    El gobierno es el creador de estas entidades, consideradas por economistas locales consultados, como una pieza clave de los cambios muy graduales y meditados que se aplican en la economía socialista cubana.
    Sostienen, además, que el propósito es seguir "avanzando" en el número de tales negocios. Pese a ello, el ministro del ramo, Alejandro Gil, reportó ante el parlamento "distorsiones" en las operaciones de Mypimes, una de ellas, los altos precios en el mercado interno cubano, muy atribulado por la escasez de mercancías de amplio consumo.
    El gobierno cubano subrayó su objetivo de mantener la preponderancia estatal en Cuba sobre los "actores" económicos internos.
   

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