(ANSA) - El crecimiento de Italia proseguía registrándose en el segundo trimestre pero a un ritmo más moderado, impulsado por los servicios, mientras que la situación de la industria y la construcción es menos sólida.
En ese contexto, continuaba la tendencia inflacionaria, tal como se esperaba, mientras suben las tasas de interés y los préstamos bajan.
Las señales contradictorias provienen del consumo, mientras que las inversiones están creciendo, aunque sea levemente.
En general, hay debilidad en el frente de la Eurozona, mientras que la industria se está recuperando nuevamente en Estados Unidos.
China, por su parte, se ralentiza, y la situación de India es crecimiento.
Así se desprende del análisis mensual de coyuntura económica que realiza el centro de estudios Confindustria.
El segundo trimestre de 2023 se abrió con algunas señales débiles para Italia, tras el buen desempeño del PBI a principios de año, informa el análisis. La situación es sólida en los servicios, menos en la industria y la construcción.
La caída del precio del gas es un potente impulso positivo, pero el consumo sigue lastrado por la inflación, las inversiones por el costo del crédito y las exportaciones se detuvieron ante la ralentización mundial.
La inflación italiana frenó su descenso en abril (+8,2% anual, desde +7,6%), pero la tendencia a la baja continuará, gracias al precio del gas cada vez más a la baja (34 euros/mWh en mayo) y a los efectos cada vez más plenos de la subida del interés.
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