La decisión, tomada por el directorio, es una victoria para el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y marcará un cambio significativo en la gestión de la empresa estatal que, desde 2016, practica el PPI, la parida de precios internacionales, muy criticado por el ejecutivo.
El anterior sistema de corrección de precios tenía en cuenta las variaciones del tipo de cambio y el valor del barril de petróleo en el mercado internacional.
La modificación, adoptada hoy, hará que las acciones de Petrobras, una empresa que cotiza en bolsa, sean menos rentables para los accionistas.
La política de precios de la gasolina y el diésel también fue objeto de un amplio debate durante el mandato del predecesor de Lula, Jair Bolsonaro.
Entre las soluciones adoptadas en su momento por el gobierno del exlíder derechista estuvo la de reducir el Icms, el impuesto especial sobre combustibles aplicados por las autoridades locales.
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