(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 15 APR - El imperio del magnate de
las telecomunicaciones Carlos Slim está por sufrir un nuevo
golpe pues su sólido imperio monopólico de la telefonía deberá
ser dividido para reducir su omnipresencia en el mercado
mexicano y darle oportunidad a otros de sus competidores.
El Instituto Nacional de Telecomunicaciones (INT) de
México analiza la separación estructural de América Móvil,
Telmex y Tenor para que deje de ser un "Agente Económico
Preponderante en Telecomunicaciones".
"Lo vamos a revisar y con eso vamos a resolverlo con lo
que corresponda", afirmó Javier Juárez, comisionado presidente
del IFT en torno a este proyecto demandado por empresas del
sector en una consulta sobre la revisión de "medidas
asimétricas" en el servicio de telefonía fija, móvil e internet.
El IFT, que es un órgano regulador del Estado, revisa cada
año estas acciones para impedir que haya un actor económico
dominante que esté propiciando actividades monopólicas para
imponer condiciones de mercado sobre todo en tarifas que afecten
al consumidor.
Slim, de 83 años, que es muy cercano al presidente Andrés
Manuel López Obrador, quien solía arremeter con frecuencia en
sus discursos contra "la mafia del poder", en la que nunca ha
sido incluido explícitamente el magnate, ahora ve de nueva
cuenta afrontar el riesgo de reducir su poder.
Ubicado en el lugar número 8 de la lista de la revista
Forbes del Top 10 de los hombres más ricos del mundo, que lideró
en 2010, con una fortuna calculada en 93.000 millones de
dólares, cuenta con 70,6% de los ingresos del mercado de las
telecomunicaciones a través de América Móvil, Telcel y Telnor,
que forman parte de su consorcio Carso.
Su principal competidor, el gigante estadounidense AT&T
domina el 19,9%, seguido de Telefónica de España, con 7,6% y en
tercer lugar se ubican los llamados OMVs (operadores móviles
virtuales), algunos de los cuales operan fuera de la ley o casi
clandestinamente, con 1,9%.
No es la primera vez que Slim afronta el peligro de que
su imperio sufra alguna mella, pues en 2014 el entonces
presidente Enrique Peña le dio una embestida por presión de
empresas extranjeras al decretar la reducción de activos de
América Móvil por debajo del 50% de su cuota nacional.
Con ello, tuvo que vender un 30% de su cuota, valorados
en más de 15.000 millones de dólares (que entonces representaba
alrededor de un 1,3% del Producto Interno Bruto) para poder
dejar de ser considerado "agente económico preponderante" y
operar otra vez libremente en territorio mexicano.
La compañía, con ramificaciones en 26 países y 292
millones de clientes de telefonía móvil, tuvo que dar un paso
atrás cuando controlaba 80% de la telefonía fija y 70 de la
móvil.
Ya en 2011, durante la gestión del presidente Felipe
Calderón, la Comisión Federal de Competencia de México le había
impuesto una multa de 7,8 millones a Teléfonos de México
(Telmex) de Slim, que con sus socios es dueño del 15% de las
empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) por
incurrir en "prácticas monopólicas". (ANSA).
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