Descrito por sus críticos como "arrogante, pero audaz", el hombre de negocios es uno de los principales exponentes del llamado "capitalismo de compadres". Salinas Pliego es propietario de TV Azteca y además dueño de equipos de fútbol, una red de almacenes de artículos electrodomésticos y un banco.
El empresario, de 67 años, un asiduo de la red social Twitter, donde suele lanzar mensajes de tono provocador, en los que se muestra como un hombre implacable y no pocas veces mordaz, Salinas Pliego vio de pronto su buena estrella declinar esta semana cuando las acciones de TV Azteca se desplomaron el miércoles un 30% en Nueva York.
La causa es que un grupo de sus acreedores solicitaron un día antes declararse en bancarrota involuntaria por no poder cubrir un bono de 400 millones de dólares, ante lo cual su compañía anunció que atenderá "con firmeza todos los procesos legales" que enfrente al presumir que cuenta con la "razón ética y jurídica".
El impacto en México fue inmediato y la Bolsa Mexicana de Valores suspendió el mismo día durante unos minutos la cotización de los papeles para llevar a cabo una "subasta de volatilidad".
Con una fortuna estimada en 2020 por la revista Forbes en más de 13.000 millones de dólares, que cayó ahora a poco más de 10.900 millones en 2022, el extrovertido millonario, a quien le gustan los reflectores, afronta las consecuencias de un período turbulento en el cual la empresa emblemática de su imperio ha sido duramente golpeada por la competencia.
Los cambios tecnológicos impulsaron el auge del "streaming" y además se abrieron más canales de TV abierta, que desafiaron la oferta de su compañía, al crearse una tercera cadena nacional, el Grupo Imagen, en 2016, explican los analistas.
En septiembre de 2022, la compañía reportó una deuda equivalente a unos 528 millones de dólares y entre julio y septiembre de ese año las ventas de publicidad cayeron 2% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras las ganancias apenas llegaron a unos 200.000 dólares.
Salinas Pliego, heredero de una cadena de mueblerías llamada Salinas y Rocha que le dejaron sus padres, multiplicó su fortuna cuando adquirió en agosto de 1993 la cadena televisiva estatal Imevisión, que privatizó el entonces presidente Carlos Salinas.
Ttras la demanda de sus acreedores, envió un mensaje en Twitter mientras volaba en helicóptero sobre la ciudad de México: "recuerden amiguitos que mientras los perros ladren, quiere decir que vamos volando". (ANSA) .
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