La economía italiana también empieza a evitar la recesión en el primer trimestre de 2023 y este año el crecimiento tendrá una dinámica baja, ligeramente por encima o por debajo del +0,6%, pero mejor de lo esperado.
    Así lo prevé la Oficina de Investigación de Confindustria, la cámara delos industriales italianos. "El precio del gas -explica el reporte- es mucho más bajo a principios de año de lo esperado para fines de 2022: una buena premisa para el primer trimestre, para los costos comerciales y para la senda de retorno de la inflación desde el pico, que comenzó a finales de 2022".
    Para 2023 "hay una revisión al alza generalizada e importante respecto a las estimaciones post-verano, cuando se esperaba un estancamiento o una recesión moderada".
    La caída del precio de la energía desde finales de 2022, que en todo caso se mantiene muy por encima de los niveles de hace dos años, "está favoreciendo la reducción de la inflación en Italia y Europa (aunque todavía en valores elevados) y esto sugiere el final aumento de tasas para 2023 (no antes de un par de aumentos más)".
    Si la inflación general cae, el coste de las materias primas no energéticas aumenta (+16,8% para los metales) y la tendencia de los precios sin energía y alimentos también sube (+4,6% desde +4,2%), por la transmisión del precio aumentos en otros activos.
    Italia también demuestra ser muy resistente, con una mejora de la producción industrial y, tras el repunte de enero (+1,6 %) tras una caída de tres meses, los datos cualitativos de enero "pintan un escenario de mejora".
    En construcción, en cambio, se espera una continuación de la debilidad. La tendencia flash de Confindustria también muestra que el consumo de los hogares se mantiene con "decisiones de consumo prudentes debido a la alta inflación" y "el gasto se desplazó aún más hacia las tiendas de descuento".
    Entonces hay más puestos de trabajo, pero también más escasez de mano de obra. Las exportaciones se están desacelerando, entre una Eurozona con una recuperación desigual y Estados Unidos, donde el crecimiento es sin industria.
   

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