Las ventas minoristas en Estados Unidos se recuperaron en enero, según datos del gobierno publicados el miércoles, mientras que los legisladores observan señales de que la demanda de los consumidores se está enfriando a largo plazo.
    El banco central de EE. UU. ha estado trabajando para aliviar la demanda mientras los formuladores de políticas intentan controlar la obstinada inflación, elevando las tasas de interés rápidamente durante el último año.
    Si bien ha habido señales de que los efectos de la política se están propagando en todos los sectores, incluido el gasto de los consumidores que anteriormente era resistente, los datos más recientes podrían generar preocupación.
    Las ventas rebotaron un tres por ciento el mes pasado a 697.000 millones de dólares después de dos meses de contracción, según un informe publicado hoy por el Departamento de Comercio.
    Se trata de una cifra notablemente más alta de lo que esperaban los analistas.
    Las ventas en los concesionarios de automóviles y otros vehículos proporcionaron un impulso, saltando un 6,4% de diciembre a enero.
    También fueron sólidas las ventas en los grandes almacenes, que aumentaron un 17,5%, mientras que en restaurantes y bares aumentaron un 7,2%, según el informe.
   

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