La Conmebol abriría un expediente tras el escándalo que estalló luego de consumada la victoria de Colombia frente a Uruguay que clasificó a la "Cafetera" a la final de la Copa América que se disputa en Estados Unidos, informaron medios de prensa argentinos.
"La Conmebol condena enérgicamente cualquier acto de violencia que afecte al fútbol", reza un comunicado de la entidad en el que destaca: "Nuestra labor parte de la convicción de que el fútbol nos conecta y nos une a través de sus valores positivos", aunque sin confirmar si sancionará a los responsables de lo ocurrido,
"No hay lugar para intolerancia y la violencia dentro o fuera de la cancha y por eso invitamos a todos en los partidos que restan por jugarse a volcar toda la pasión en alentar a sus selecciones", completa el comunicado.
Los incidentes se iniciaron apenas el árbitro mexicano César Ramos decretó el final de un partido caliente en Charlotte, con muchas infracciones y en el que Colombia sufrió la expulsión en la agonía del primer tiempo de Daniel Muñoz, ausente en la final del domingo en Miami frente a Argentina.
Mientras Colombia celebraba la clasificación se registraron las primeras escaramuzas entre jugadores de ambos equipos, con el goleador histórico de la "Celeste" Luis Suarez, discutiendo acaloradamente con Miguel Angel Borja, que fue suplente en la "Cafetera", recriminándole tal vez por un festejo desmedido.
Los empujones, en medio de algunos intentos por calmar los ánimos, no pasaron a mayores, pero se trasladaron a las tribunas del estadio "Bank of America", donde futbolistas de Uruguay se tomaron a golpes con aficionados colombianos en el sector en el que se ubicaron los familiares de los jugadores de la "Celeste".
Darwin Núñez, que había tenido dos chances claras para poner en ventaja a Uruguay en el primer capítulo, fue uno de los más enfervorizados y acertó lo que no había acertado en cancha entreverado en una trifulca en la que participaron también aficionados uruguayos.
Las imágenes que no fueron captadas por las cámaras que transmitieron el partido, se viralizaron en las redes sociales tras ser grabadas con los teléfonos celulares de algunos de los testigos, aunque no quedó del todo claro qué fue lo que originó los incidentes.
En ellas se ve a Núñez sin su casaca repartiendo a diestra y siniestra secundado por algunos compañeros, entre ellos el zaguero Ronald Araujo, quien no disputó el partido por su lesión ante Brasil en cuartos, y los también defensores Mathías Olivera y José María Giménez, quien se refirió a lo ocurrido minutos después.
Los desmanes, según se informó, se saldaron con una docena de detenidos y algunos heridos, entre ellos allegados del futbolista uruguayo Manuel Ugarte.
"Había familias en la tribuna, con bebés recién nacidos, que corrieron peligro", explicó Giménez, al destacar que los desmanes estallaron como consecuencia de las agresiones y provocaciones durante los festejos por parte de algunos aficionados colombianos alcoholizados que se encontraban alojados en ese sector.
"Deberían tener más cuidado. Esto fue un desastre", completó el zaguero "charrúa" del Atlético Madrid al destacar también que no había policías en el lugar y que por ese motivo ellos mismos acudieron al rescate de sus seres queridos, en medio de los vanos intentos del personal de seguridad.
Si la Conmebol decide castigar a los futbolistas por el bochornoso final, en el partido del sábado en este mismo escenario frente a Canadá por el tercer puesto, Uruguay podría perder algunos integrantes importantes del plantel que entrena el argentino Marcelo Bielsa.
El técnico de Uruguay habló tras el partido, pero se refirió sólo a los sucedido en cancha y lamentó no haber podido torcer el rumbo del mismo a pesar de la ventaja que representó jugar con un hombre más durante todo un tiempo.
Bielsa apuntó a las fricciones que se registraron a lo largo del duelo y obligaron a árbitro a interrumpir las acciones en varias oportunidades "desnaturalizando el partido en el que fue imposible mantener el ritmo y desarrollar nuestro juego", consideró.
"De todos modos -reconoció- debimos haber generado más situaciones de las que generamos y en el final Colombia tuvo opciones como para aumentar su ventaja", agregó al asumir la responsabilidad de la derrota y asegurar que la expulsión de Muñoz terminó complicando a Uruguay en lugar de facilitarle la tarea.
Su colega y compatriota Néstor Lorenzo, que extendió hoy a 28 partidos el invicto de Colombia, destacó la valentía de sus jugadores para afrontar la adversidad tras esa expulsión y auguró que la clasificación a la final de la Copa América sirva para "que el fútbol colombiano crezca".
Tras considerar a Argentina como favorita en la final del domingo en Miami, Lorenzo aseguró que sus jugadores "tienen hambre de gloria" y saldrán a ganar.
El delantero colombiano Luis Luis Díaz celebró la clasificación y la posibilidad de compartir esa alegría con su compañero James Rodríguez, a quien calificó como su "ídolo" y a quien le dedicó el triunfo que consideró como "una revancha del fútbol" para el capitán, alguna vez marginado de la selección.
Igualmente emocionado lucía Rodríguez, al recordar que su ciclo con la "Cafetera" lleva 14 años, con alegrías y tristezas y luego de reconocer que la victoria frente a Uruguay fue "tan dura como esperábamos".
Colombia irá el domingo en busca de su segunda corona en una Copa América, tras la que conquistó en 2001 como anfitriona en una edición en la que no participó Argentina, de la que buscará vengarse tras la derrota por penales que sufrió en la semifinal de la que albergó Brasil en 2021 en aquella noche consagratoria de Emiliano Martínez, arquero de la "albiceleste" también campeona del mundo.
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