España, que con tres coronas es junto con Alemania la selección más laureada en la historia de la Eurocopa, iniciará mañana su camino en la decimoséptima edición frente a Croacia, que en sus seis participaciones previas nunca superó los cuartos de final.
El duelo que completará la primera fecha del Grupo B, por el que chocarán también la "azzurra" defensora del título y Albania, se jugará en el Estadio Olímpico de Berlín y será arbitrado por el inglés Michael Oliver.
"Queremos jugar la final, pero para eso debemos iniciar el torneo con el pie derecho", advirtió en la previa el entrenador Luis de la Fuente, que espera llevar a España a la definición por quinta vez en la historia, aunque el camino por andar es largo.
"Si queremos comenzar del mejor modo, debemos hacer lo que sabemos. No es momento de cambiar porque eso sería contraproducente", explicó De la Fuente, al explicar que "la idea es hacer lo que venimos haciendo hasta ahora porque estamos listos para pelear por cosas importantes.
España logró su primer título en el torneo continental como anfitriona en 1964, cuando la por entonces Copa Europea de Naciones era animada por apenas cuatro selecciones, al vencer en la final a la selección de la por entonces Unión Soviética.
Desde aquella consagración a la siguiente pasaron 44 años, cuando volvió a celebrar en la edición que albergaron en 2008 Austria y Suiza al superar en Viena a Alemania en la final con un combinado que entrenaba Luis Aragonés.
Cuatro años más tarde aplastó en Kiev en la definición del torneo que organizaron Ucrania y Polonia a Italia al mando de Vicente Del Bosque, con el que dos años antes España celebró su primera consagración en un Mundial en Sudáfrica 2010.
Ahora, con De la Fuente, se ilusiona con volver a disputar una final de la Eurocopa, siendo la única que la vio perder la que animó ante la anfitriona Francia en 1984 en París, soñando con volver a alzar el trofeo conquistado por primera vez hace 60 años en el Santiago Bernabéu.
Un escenario que conoce y mucho el mediocampista croata Luka Modric, quien acaba de celebrar en Wembley frente al Borussia Dortmund su sexta Champions League con Real Madrid y con 175 partidos es el jugador con más presencias en la selección que conduce Zlatko Dalic.
"La principal fuerza de este equipo es la unión", afirmó Modric, de 38 años, subcampeón mundial en Rusia 2018 (Croacia terminó tercera en Qatar 2022) y quien integraba aquel plantel croata que se despidió en cuartos de final de la Eurocopa de 2008 que consagró a España.
"Tenemos muchos jugadores que estuvieron presentes en la Copa del Mundo y los jóvenes que se sumaron demostraron que merecen ser parte de este plantel", advirtió Modric, que tras aquellas experiencias mundialistas espera repetir ahora en la Eurocopa porque -dijo- "es hora de ir más lejos".
Croacia llega en desventaja en el historial, pues perdió dos de los tres duelos que disputó frente a España en el torneo continental: en la fase de grupos de la edición 2012 por 1-0 y en la anterior de 2021 por 5-3 en tiempo suplementario en octavos de final (el único triunfo fue en la de 2016 por 2-1, en fase de grupos).
Sin embargo, Modric confía en la victoria y considera como "una gran noticia" el regreso de su compatriota Ivan Perisic, ex Inter y otro histórico de la selección croata con 131 partidos disputados.
"Queremos jugar contra los mejores y España lo es", destacó el mediocampista, al afirmar que para ganar "debemos darlo todo" y quien sonrió cuando le recordaron que será uno de los más veteranos del torneo y mañana enfrentará al más joven del certamen, el español Lamine Yamal, de 16 años.
"Me siento viejo sólo cuando escucho decir estas cosas", afirmó al aclarar que "en la cancha no cuentan los años, sino el juego", aún cuando reconoció que el delantero del Barcelona "tiene un potencial enorme y todos lo han visto".
Modric se prepara para iniciar su "último acto" con la selección croata, debutando ante la del país que eligió como su segunda patria en un duelo de candidatos al título y por uno de los grupos más duros que tendrá esta Eurocopa.
Por eso, ambos intentarán dar un primer paso en firme para no penar luego para lograr la clasificación a octavos, instancia a la que avanzarán los dos primeros de cada uno de los seis grupos y los cuatro mejores terceros.
"Conozco a los jugadores croatas y sé como sienten jugar cuando representan a su país. Son capaces de morir por la victoria", destacó Dani Olmo, mediocampista del Leipzig que disputó la pasada edición de la Eurocopa con la España que dirigía Luis Enrique y se despidió en semifinales al caer por penales frente a Italia.
Una afrenta que la "Roja" intentará vengar en esta edición cuando se enfrente con la "azzurra" el jueves en Gelsenkirchen por la segunda fecha del Grupo B.
España, que no podrá contar en el estreno con lesionado zaguero hispano-francés Aymeric Laporte, compañero del portugués Cristiano Ronaldo en el saudita Al-Nassr, sueña con volver a la final, que se jugará el 14 de julio en el mismo Estadio Olímpico de Berlín donde mañana intentará dar el primer paso en firme.
Croacia, tratará de impedírselo.
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