"En París no sólo queremos, sino que podemos batir el récord de Tokio", afirmó Giovanni Malagó, presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI) que encabezó la delegación "azzurra" que participará en los Juegos y que fue recibida por el presidente de la República, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal.
"Queremos seguir entre las diez potencias deportivas del mundo y a la vanguardia de Europa", agregó al aludir a las expectativas de una Italia que aspira a mejorar la cosecha de diez oros y de 40 medallas de 2021 en la capital japonesa.
Malagó se mostró entusiasmado tras la histórica actuación de los atletas nacionales en el Campeonato europeo que finalizó en Roma el miércoles y en el que Italia cerró en la cima del medallero con 11 medallas doradas y un total de 24 preseas que refrendan el gran momento que atraviesa el movimiento deportivo "azzurro".
"El modelo italiano es multidisciplinario y objeto de estudio en el mundo", graficó Malagó al agradecer la presencia en el Campeonato europeo de Mattarella, quien hoy entregó el estandarte nacional a los abanderados que encabezarán las delegaciones en la apertura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en París.
El presidente de la República confirmó que estará en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos del 16 de julio, "presencia que nos llena de orgullo", afirmó Malagó al augurar que pueda "hacerse un pequeño espacio en su agenda para asistir a la primera jornada de competencias".
Los jardines del Quirinal fueron testigos de la entrega de la insignia nacional que portarán Gianmarco Tamberi y Arianna Errigo en los Juegos Olímpicos y Luca Mazzone y Ambra Sabatini en la apertura de los Paralímpicos, así como del apretón de manos que el presidente le dio a cada uno de los integrantes de la delegación.
"El mástil de la bandera me golpeó levemente en la cabeza cuando me fue entregada y lo considero como una bendición del presidente, que me dijo: Espero no haberte hecho daño", confesó Tamberi, campeón olímpico de salto en alto que refrendó sus pergaminos en el Campeonato europeo y anticipó que la de París será su última participación en los Juegos.
También Mattarella, de fuerte vínculo con los deportistas italianos, se permitió una humorada y le respondió: "Al menos, el golpe hoy no fue en el tobillo", aludiendo al particular festejo de Tamberi durante su reciente consagración en Roma, en el que simuló una lesión en el tobillo.
"Gracias presidente por haber estado a nuestro lado en el Europeo, que terminó siendo histórico para Italia", agregó Tamberi al afirmar que su sueño es "ser el abanderado del país más unido del mundo" y confesar que "recibir esta insignia es un honor que nunca hubiera imaginado".
"Le doy mi palabra de que haremos todo lo posible para que se sienta orgulloso", prometió el flamante campeón europeo, que tuvo un reconocimiento "a mi amadísima esposa (Chiara Bontempi), a quien agradezco de corazón porque sin ella, hoy yo no estaría aquí".
Emocionada hasta las lágrimas lucía la esgrimista Errigo, campeona olímpica en Londres 2012 y ganadora de diez oros en Mundiales.
"Estar aquí es una sensación incomparable", dijo y confesó que "cuando lo supe, no lograba dormirme y con dos hijos pequeños no es fácil. Ser mamá hizo más difícil mi carrera porque debo alternar ese rol con los entrenamientos".
"Hoy puedo afirmar que soy una atleta más madura y una mamá feliz", completó al explicar que aprovechó para tocar un tema del que no se habla lo suficiente y que tiene que ver con la maternidad de las deportistas, "algo que sólo quien lo vive en carne propia, puede llegar a entender", afirmó.
"No todas tienen la posibilidad que tuve yo de ser mamá y seguir adelante con la carrera profesional. En la mayoría de los casos, están obligadas a optar en uno o en otro sentido", explicó Errigo, felicitada por Mattarella al final de su alocución.
La velocista Sabatini, abanderada paralímpica y campeona en Tokio, también es un símbolo de la lucha por la igualdad en el deporte y destacó: "Siempre sentí ese deseo interior que me permitió soñar en grande, no sólo dentro y fuera de la pista, sino en la vida".
"Ser abanderada me llena de orgullo y quisiera agradecerles a quienes pensaron que era la indicada. Como todos mis colegas y compatriotas que viajarán a París, prometo darlo todo para estar a la altura de semejante honor", agregó.
También el veterano Mazzone, subcampeón paralímpico de natación en Sydney 2000 y ganador de tres oros entre Río 2016 y Tokio 2021 en ciclismo adaptado, hizo alusión al papel de las mujeres en el deporte al evocar a su propia madre y a su esposa que lo apoyaron a lo largo de sus 25 años de carrera deportiva.
"Quiero agradecerle a dos mujeres, a mi madre, que me acompañó desde que practicaba natación de pequeño, y a mi esposa, que siempre está pendiente de mí", afirmó Mazzone.
"Esta será mi sexta participación olímpica y ser abanderado me llena de orgullo. Espero que regresemos con las valijas llenas de medallas", auguró.
"Tenemos grandes objetivos y prometemos muchas emociones", coincidió el presidente del Comité Paralímpico Italiano, Luca Pancalli durante la ceremonia en el Quirinal a la que asistió el ministro de Deportes, Andrea Abodi, que la consideró "simple, pero plagada de emociones".
"La bandera que les fue entregada no debe ser un peso, sino un símbolo del respaldo y de la cercanía de todo un país", agregó, al recordar que la cita en París será la primera edición de los Juegos con público tras la celebrada en Tokio en medio de una pandemia que obligó a postergarla por un año.
Ilusionado con repetir corona en París y con la posibilidad de ser el próximo abanderado italiano se dijo el velocista Marcell Jacobs, otro que brilló en el Campeonato europeo de Roma con dos oros en los 100 metros y en los relevos 4x100 metros, mismas disciplinas en las que se consagró en los pasados Juegos Olímpicos.
"Me encantaría ser abanderado. La emoción que expresaron los nuestros y sus discursos me cargó de energía, así como el que pronunció el presidente Mattarella", afirmó Jacobs, quien dijo tener "muy buenas sensaciones para París".
Emocionado por las palabras de Mattarella se declaró el también velocista Filippo Tortu, campeón olímpico en Tokio, al afirmar que "venir de visita al Quirinal siempre es algo extraordinario que nos llena de orgullo y nos predispone a representar del mejor modo a los italianos".
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