"No hacemos estas cosas para pasar el invierno jugando al vóley de playa. No es una operación de marketing", enfatizó Zaytsev desde la sede de la Federación Italiana de Vóley (FIPAV).
"Pero por ahora no salgo de la cancha bajo techo, los chicos no me obligan a hacerlo durante las próximas dos temporadas, pero todavía no decidí dónde voy a jugar. Estoy considerando entre Italia y el extranjero. Pero sin un plan real me aguantarán en la arena incluso en invierno", bromeó Zaytsev, quien partió del club Lube.
"Ahora empezamos un período de pruebas de verano (boreal) para entender cuánto tiempo me llevará recuperar la confianza en la arena y cuánto margen de mejora tenemos", agregó el opuesto de origen ruso que ya jugó beach-volley en 2008 y 2009.
"Los objetivos deben ser paso a paso, entonces queda claro que la palabra 'Olimpíadas' o 'Los Ángeles 2028' flota en el aire.
Pero recién empezamos, todavía somos una obra al aire libre", completó Zaytsev.
A su vez, Lupo, medalla de plata en Río 2016 con Paolo Nicolai, el aseguró que siente "una química increíble" desde su primer encuentro con Zaytsev y reconoció el "enorme honor" que tiene por tener a Solustri como entrenador.
"Tenemos mucha ambición. Es cierto que es una prueba, pero nos propusimos competir al más alto nivel internacional", garantizó Lupo, mientras que Solustri recordó que los entrenamientos comenzaron "hace 20 días".
"Probemos hasta septiembre y veamos qué hará Iván en el invierno (boreal). Ahora la primera cita será en Caorle para la primera etapa del campeonato italiano, el primer objetivo es competir allí", explicó Solustri.
"Luego solicitamos a la federación un comodín para el Campeonato de Europa que se celebrará en Holanda en agosto. Pero hasta ahora la prueba va muy bien", destacó el entrenador.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA